Si en el trabajo te sientes intimidado, frustrada, humillado, sobajada y te es cada vez más difícil ir a trabajar, es muy probable que tu jefe tenga actitudes tóxicas y no estás solo en esto. Jefes tóxicos los hay en casi todos los empleos, oficios y profesiones. Pasamos muchas horas en el trabajo y con este tipo de jefe disfrutar de lo que hacemos para ganarnos la vida puede ser verdaderamente difícil.
¿Cómo lidiar con un jefe tóxico? En muchas ocasiones el jefe se comporta de esta manera porque en el fondo se siente inseguro. También porque necesita validación o quiere sentirse necesario o esencial. En otras ocasiones, abusa de su poder o autoridad.
¿Cómo es un jefe tóxico? Si has tenido uno no necesitas descripción, pues tienes la experiencia de primera mano. De cualquier forma, aquí están algunas de sus características:
- Grita y menosprecia a sus empleados, creando un ambiente estresante.
- Interviene en tareas que tú sabes hacer perfectamente y te dice cómo hacerlas.
- Tiene una alergia a admitir sus errores. Es incapaz de reconocer que es un ser humano falible que, como el resto, se equivoca.
- Pasa por alto sus equivocaciones, pero echa espuma por la boca cuando tú cometes un error.
- No aplica las reglas a él mismo, sólo a los demás.
- No está dispuesto a escuchar la crítica constructiva o sugerencias por válidas que éstas sean. Si expresas un punto de vista diferente al suyo, podría castigarte después sólo para confirmar su autoridad.
- Cambia de opinión constantemente. Es voluble y te hace trabajar de más debido a sus cambios constantes.
Observa y descubre cómo le gustan que se hagan las cosas y cuáles son sus reacciones típicas. Tendrás que vivir algunas situaciones frustrantes para descubrir esto. Al final, conocerás qué te conviene más hacer y qué no.
Cambia el foco de atención. Dirígela hacia el trabajo y no hacia tu jefe. Evita darle poder emocional. Cuando te enfocas solo en tus tareas, dejas de mostrarte temeroso, intimidado o deseoso de obtener su aprobación.
Toma nota de los tiempos, fechas y detalles de tus conversaciones con él/ella. Esto te da evidencia de lo que dijo y pidió, cuándo y para cuándo. Apégate a los hechos. No se trata de que comprenda cómo te sientes con respecto a su cambio de planes o de convencerlo de nada, sino de lo que es.Así podrás defenderte cuando te acuse de no seguir todas sus instrucciones. Esta es una manera de mantenerte mentalmente sano con una persona que provoca caos.
No permitas que su comportamiento negativo te afecte o afecte tu desempeño en el trabajo. Mantén el menor contacto posible. Colócate de lado o dale la espalda siempre que puedas. Así evitas su influencia y te ayuda a mantener tu distancia emocional. Sé amable, honesto y claro.
Si tienes que estar frente a frente mantente erguido, con el pecho y la barbilla levantados. Esta postura comunica de manera amable, pero firme, que estás abierto al diálogo y que no te intimida.
Los bullies se sienten estimulados cuando el otro se acobarda. Si te muestras firme, pero amable, es más probable que te trate con respeto que si tiendes a agacharte.
Si te sientes atrapado y el maltrato es intolerable, evalúa el impacto que tiene en ti mental y emocionalmente. Quizás sea mejor dejar el trabajo. Si decides quedarte, toma en cuenta estas ideas y desarrolla mecanismos para evitar que afecte tu salud mental.
LA FRASE
"Las personas no renuncian al trabajo,renuncian a un mal jefe". anónimo.
DATO
Casi el 40 por ciento de las personas que tienen jefes identificados como tóxicos desarrollan problemas de salud relacionados con el estrés: ansiedad, ataques de pánico y depresión.
