Emplea tu energía femenina y masculina

sanamente salud psicología

(Foto: Archivo, El Gráfico)

Vida 05/03/2019 05:18 Víctor Jiménez Actualizada 09:01
 

Todos tenemos dos tipos de energía que nos motiva y nos lleva a actuar en la vida: femenina y masculina. Los hombres tienen energía masculina y femenina. Las mujeres también. Ambos tipos de energía nos fortalecen y nos ayudan, pero tendemos a desarrollar más un tipo de fuerza que otro. Esta clasificación no es social, sino para entender las diferencias entre un sexo y otro desde la psicología. Por eso hoy dirigimos la mirada hacia la energía femenina y masculina en las mujeres.

Aprovecha tu energía femenina. Lo que entendemos como energía femenina en psicología, te ayuda a actuar con honestidad, transparencia y autenticidad. Permitirte ser vulnerable, llorar, conmoverte con el sufrimiento ajeno y aceptar la ayuda de otros, o desear ayudarlos cuando están en dificultades, son grandes cualidades que caen en el terreno de las fortalezas femeninas. Los hombres podrían beneficiarse de esta fuerza, si integraran a sus herramientas para la vida sensibilidad y receptividad.

Tu capacidad para conectarte con los demás a un nivel profundo contribuye a acercarte emocionalmente a las personas que te rodean. Aprovecha esta capacidad para fortalecer tus relaciones y siéntete orgullosa de ella. Recurre a tus corazonadas, a esa especie de súperpoder que llamamos intuición. Empodérate, evita depender del consejo ajeno y confía en tus opiniones y sensaciones.

¿Tu energía femenina está fuera de balance? Cuando das demasiado, estás muy pendiente o preocupada por los demás, o sufres por ellos, te desgastas emocional y físicamente. Puedes incluso llegar a convertirte en una especie de esponja que absorbe la vibración de los demás o del entorno. Así pierdes mucha energía y te sientes agotada, incluso devastada.

Una exagerada conexión emocional con otros hace que te pierdas a ti misma y te fundas con ellos, haciendo su voluntad, cumpliendo con sus necesidades y dejando a un lado tus deseos. Cuando llevas al extremo la sensibilidad y la comprensión de los demás, que son desde la interpretación de la psicología energías predominantemente femeninas, te quedas en relaciones poco sanas. Y  aplica a las relaciones amorosas y laborales.

Aprovecha tu energía masculina. Tu empuje, iniciativa y motivación son parte de lo que se define en psicología como energía masculina que te mueve a la acción. Y puedes mover montañas, si lo decides. Tú lo sabes, cuando te propones algo, lo logras. Tu capacidad para resolver situaciones difíciles forma parte de tu energía mental masculina en acción. Aprovecha tu capacidad de liderazgo siendo una líder fuerte, pero comprensiva. Procura que todos ganen con tus decisiones. Tu fuerza reside también en lo físico, pues  tienes gran tolerancia a la enfermedad y al dolor.

¿Tu energía masculina está fuera de balance? Cuando llevas al extremo tu empuje, energía y tendencia a la acción, otros (tus hijos, tu pareja o tus compañeros de trabajo) pueden sentirse abrumados y temerosos de decepcionarte. Así, pueden terminar no ayudándote porque saben que tú vas a hacer las cosas mejor. Y al final ambas partes pierden: tú terminas extenuada por hacer todo y ellos intimidados. Es importante aprender a delegar. Permíteles a los demás  hacer y equivocarse. Ejerce tu poder diciéndoles qué quieres y cómo hacerlo.

Ambas fuerzas, la femenina y la masculina, son benéficas. Sólo recuerda que cuando se exagera una virtud, ésta se puede convertir en un obstáculo o molestia y resultar dañino para ti y los demás.

Google News - Elgrafico

Comentarios