¿Deprimido por el clima?

(Foto: Archivo El Gráfico)

Vida 06/12/2019 11:49 Víctor Jiménez Actualizada 11:53
 

Pronto empezará el invierno y con éste algunas reacciones de nuestro cuerpo para adaptarse a nuevas temperaturas y horarios de luz y oscuridad. Para los más sensibles a estos cambios, el invierno es una estación más difícil de transitar. Sí, se trata de la tristeza invernal que tiene lugar al final del otoño y al principio del invierno, y que desaparece con el inicio de la primavera.

¿Qué es la tristeza invernal? Es una afectación al estado de ánimo que tiene dos síntomas principales: la irritabilidad (estar de mal humor) y la reducción de energía (letargo y dificultad para hacer las actividades cotidianas). La principal causa de este tipo de tristeza son los cambios en el reloj biológico interno. La reducción en la luz solar y los días más cortos nos afectan física, emocional y psicológicamente, sobre todo a los más sensibles a los cambios de temperatura y luz natural. Al haber menos luz solar, bajan los niveles de serotonina (una hormona que afecta el estado de ánimo) y aumentan los niveles de melatonina (una hormona que interviene en el deseo de dormir). De ahí el mal humor y la reducción de energía.

¿Tristeza invernal o tristeza de fin de año? Hay que tener cuidado de no confundir la tristeza invernal, provocada por el clima y la falta de luz, con la tristeza por el final del año. El principio del invierno coincide con el fin de año, un tiempo en que muchos hacen cierres de relaciones o de trabajo y enfrentan cambios importantes en sus vidas, nos hacemos más conscientes de las pérdidas. Estas situaciones podrían provocar un estado de ánimo bajo, irritabilidad y poca energía.

La presión social: una fuente de malestar. También está la presión que viene con las celebraciones de fin de año: nos presionamos por gastar más de lo que podemos, nos obsesionamos con tener la Navidad ideal, incluso a veces nos podemos llegar a sentir obligados a estar felices, pues es “la época para dar, regalar, convivir en familia, sentir la presencia de los demás”. Y si no podemos tener todo esto, tal como queremos, también podemos caer en la tristeza.

Recuerdos que empañan el corazón. Al inicio del invierno y el final del año también es común que algunos experimenten tristeza derivada de recuerdos de navidades anteriores. Entonces surgen pensamientos y emociones intensas (algunas más conscientes que otras) por lo sucedido en años anteriores: una mala experiencia, la muerte de alguien querido, un accidente. Esto también es temporal, empieza semanas o días antes de fechas importantes como la Navidad o el Año Nuevo, y termina un poco después de que pasan las festividades. En estas fechas, algunos se ponen irritables, pues no saben qué hacer con el dolor que sienten dentro. En muchas ocasiones ni siquiera son conscientes de lo que sienten.

Como podemos ver, la tristeza que algunos experimentamos en el invierno puede derivarse de una o varias causas: una especial sensibilidad a los cambios de clima y luz solar, cierres y cambios al final del año, presión para ser felices y cumplir con las demandas sociales, o recuerdos dolorosos que revivimos en estas fechas.

¿Tristeza o depresión invernal? Cuando el clima y la falta de sol son prolongados, como en los países más alejados del ecuador hacia el norte o sur del globo, tristeza invernal o de fin de año puede convertirse en depresión invernal, o como se le conoce clínicamente Trastorno Afectivo Estacional. Este trastorno, un tipo de depresión asociada a los cambios de estación, como tal es poco común en México pues los cambios estacionales no son tan extremos como en otras partes del mundo. Sin embargo, sí hay personas hipersensibles a los cambios de estación que experimentan los síntomas de la depresión invernal.

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