Defiende tu sana distancia sin parecer grosero

03/07/2020 09:52 Víctor Jiménez Actualizada 16:52
 

Las actitudes y las ideas con respecto a la sana distancia varían de una persona a otra.

Algunos no muestran mucha preocupación por mantenerse a 1.5 metros de distancia de los demás. Quizás tú tienes cuidado y sigues las indicaciones sanitarias para la convivencia social, pero hay quienes no son escrupulosos con respecto al espacio entre una persona y otra en tiempos de Covid-19.

Así, por ejemplo, en las calles puedes ver corredores que pasan junto a ti resoplando o personas que se te acercan de manera natural o incluso intentan tocarte. ¿Estas personas son egoístas, arrogantes, desinformadas?

Quizás sí, quizás sólo tienen una comprensión del riesgo y de las precauciones diferente a la tuya. Muchos incluso están convencidos de que están siendo cuidadosos. Cada quien es libre de actuar como le plazca. Sin embargo, parte de tu autocuidado consiste en evitar riesgos y para lograrlo tienes que ser asertivo.

¿Qué es ser asertivo? Significa expresar tus opiniones, deseos y necesidades, a la vez que respetas los de los demás. No implica ser agresivo o molesto. Pero tampoco ser pasivo y ceder a algo con lo que no estás de acuerdo, sólo para “llevar la fiesta en paz”.

Ser asertivo en tiempos de Covid-19 involucra:

Poner límites. Señalar a la persona que se acerca demasiado en la fila de la tienda las marcas en el piso para mantener la sana distancia. O bien, decirlo verbalmente: “Estás demasiado cerca, allí está la línea que hay que respetar”.

No tomarte personal el hecho de que alguien haga un comentario sarcástico o se burle de quien usa cubrebocas, sobre todo si lo usas para tu propio cuidado y el de los demás.

Ser firme si decides no participar en una reunión o en un viaje, aun cuando tu familiar o amiga se enoje porque has tomado esta decisión para cuidarte y proteger a los tuyos.

No ceder o cambiar lo que crees correcto, aun cuando te digan absurdo, exagerada o paranoico con respecto a las medidas sanitarias. Es importante que actúes de la manera en que te sientas cómodo/a.

Comunicar a tu familia y personas queridas tu preocupación porque no practican la sana distancia. Haz esto con el deseo de expresar una inquietud propia. Pero recuerda, no hay garantía de que decidan cambiar su comportamiento. Haber hecho lo que está en tus manos para protegerlos te puede dar cierta tranquilidad. Tú, por tu parte, sigue tomando tus medidas de seguridad e higiene.

Indicar con tu brazo hacia delante o a los lados la distancia prudente (1.5 o 2 metros) entre una persona y otra. Esto podría ser de utilidad, por ejemplo, en la tienda o el supermercado si alguien cree que está bien acercarse a ti demasiado aun cuando ambos estén usando cubrebocas.

Establecer como regla no recibir visitas de familiares y amigos hasta que lo consideres apropiado. Es tu derecho. A veces imaginamos que la otra persona va a reaccionar negativamente cuando ponemos un límite, pero en realidad no siempre es así.

Elige tus batallas. Ten cuidado al confrontar a un extraño con respecto a las prácticas de sana distancia. Intentar cambiar el comportamiento de otros puede ponerlos violentos o agresivos. Evita el mal trago de tener una discusión en público. Siempre que puedas, tú mism@ establece la sana distancia, alejándote o dejando pasar a la gente. Enfrentarte a alguien agresivo te pone en riesgo de contagio por el acercamiento.

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