Acepta la incertidumbre porque nunca se va a ir

La incertidumbre es parte de la vida. Ahora más que nunca estamos viviendo en la duda, en lo incierto. Nadie puede saber con exactitud qué va a suceder en el futuro (incluso el más inmediato). Algunas personas toleran más fácilmente la incertidumbre que otras. ¿Eres tú de esas personas? ¿O te cuesta lidiar con lo incierto?

Hay personas alérgicas a la incertidumbre. Algunos simplemente no lo pueden soportar. Cada que se exponen a lo incierto reaccionan como si se tratara de una alergia, su cuerpo y su mente reaccionan fuertemente. La reacción más común es la preocupación. Además, con seguridad harán lo que sea para eliminar, evitar o huir de la falta de certeza. Lo que no está planeado o perfectamente establecido provoca mucha ansiedad en los alérgicos a la incertidumbre. La intolerancia a este estado  es una imperiosa necesidad de seguridad o control.

La incertidumbre es parte de la vida. Pero hay un pequeño problema, es imposible deshacernos de toda la incertidumbre en nuestra vida. ¿Conoces a alguien que siempre tenga certezas? Todos nos movemos en las aguas de lo incierto, pues la vida es impredecible. Y hacer algo para deshacernos de lo incierto es desgastante y sólo empeora las cosas. Además, la necesidad de tener certezas le quita mucho disfrute a la vida, pues lo nuevo, lo inesperado, lo diferente y el cambio se convierten en algo amenazador.

Sin importar cuánto esfuerzo hagas por eliminar lo incierto, siempre va a estar presente. Así que más vale aceptar que siempre habrá cierto nivel de incertidumbre en cualquier cosa que hagamos, en cualquier proyecto que comencemos. Admitir esto, darlo por hecho, podría reducir la ansiedad y preocupación en cierto grado. Además, podríamos disfrutar mucho más del momento presente. Si deshacernos de la incertidumbre no es una opción, ¿entonces cuál es la solución? Aprender a ser más tolerantes con la incertidumbre.