Ronaldinho entre el engaño, el fraude y la fiesta en Cancún

Gerardo Velázquez de León

OPINIÓN 12/12/2019 00:00 Gerardo Velázquez de León Actualizada 23:26

Lamentable, terrible y hasta con tintes que llevan a considerarlo todo un fraude. Traer a México a una estrella como Ronaldinho, aunque sea para un partido de exhibición, siempre acarreará el enorme riesgo para los organizadores de quedar mal, público al que le venden el espectáculo y que espera que les cumplan a cambio de pagar. Así ha sucedido con aficionados en Cancún, en donde Ronaldinho estuvo los últimos tres días por un amistoso que tiene que ver con una gira que hace por el mundo en su año de despedida.

 Después de un par de eventos en los que el brasileño participó lunes y martes, con cobro para quienes quisieran asistir, como una firma de autógrafos donde sólo estuvo poco tiempo, generó el enojo de muchas personas que hacían fila y no pudieron acercarse.

En verdad que era algo que podía esperarse, si se toma en cuenta que tener una agenda apretada y aunque sea bajo contrato, no es lo que quieren este tipo de personajes. Trasciende que Ronaldinho cobró 300 mil dólares por venir a Cancún, en donde atendió a pocos en la firma de autógrafos, y convivió  solamente con aquellos que pudieron pagar casi dos mil 500 pesos de entrada a sus otros eventos. 

El problema es que traer a estos personajes hace a los organizadores estar a merced de sus caprichos, porque no importa si lo tienen firmado. Luego está también que aquellos que organizan conocen poco del negocio y fallan al momento de hacer sus presentaciones, lo que regularmente se les convierte en mala publicidad, cuando buscaban lo contrario.

Es un engaño por donde se le vea. El aficionado quiere ver a su ídolo, paga para convivir, para tener una foto, para verlo de cerca, pero ha sido todo lo contrario. Qué poca vergüenza tienen, que poca educación muestra Ronaldinho, lo que tuvo de buen futbolista lo tiene de arrogante.

El brasileño que fue capaz en su época del Querétaro de salirse al medio tiempo del estadio porque el entrenador decidió cambiarlo, volverá a un partido de leyendas mañana, en Zacatepec. Ojalá que ahí, con un gobernador futbolero, sí lo tome con seriedad, porque gratis no es.

Lo otro que llama la atención es que Ronaldinho jugó con sus amigos en Cancún... Adrián Chávez, Miguel España... ¿En verdad son sus amigos? Seguramente sí conoce a Zizinho, porque convivieron en el Barcelona cuando andaban por allá Giovani y Jonathan dos Santos, pero a los demás ni los debe conocer o los conoció ayer. 

En fin, mucho apuestan los que organizan estos eventos y ganan poco; es más, puede que pierdan más porque con estas estrellas es más fácil quedar mal que otra cosa. 

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