Animatronix presumen robots que podrían ayudar a la sociedad

Domingo Valdez

Dos tiranosaurios rex reciben a los visitantes de Robotic Adventure, donde además se pueden encontrar otras atracciones, como drones controlados con la mente, bebés robots, entre otros.

Los encargados de mostrar los diferentes aparatos son jóvenes empleados de Animatronix, empresa que presenta la exposición. Una jaula con una persona al interior, sosteniendo una diadema y con un pequeño dron a los pies, explica a los presentes cómo a través de las ondas cerebrales se puede controlar el vuelo del dron.

Los visitantes siguen su recorrido por la exposición; abrió el 25 de diciembre y permanecerá abierta hasta el 7 de enero de 2018. 

Robots bebés. A unos metros y muy cerca de manos biónicas, Ana Isabel Quintana Gutiérrez, cuida a tres bebés que están en sus cunas. Los pequeños son robots que forman parte de la exposición de biorobótica: “Estos bebés tienen piel sintética, y si los toca notará que su piel es tan suave como la de uno de verdad (...) La aplicación de este tipo de material se puede utilizar para prótesis, para darles más realismo. También puede servir para ejemplificar el proceso de la maternidad”, platica Ana Isabel.

Los bebés son hechos en Estados Unidos, aunque los mecanismos internos los hacen en el programa Animatronix.

Robots maestros. Cerca de ahí, Carlos Domínguez, estudiante de mecatrónica en el IPN, explica el funcionamiento de Einstein, un pequeño robot con la apariencia de ese físico Premio Nobel. 

Dice que el principal objetivo del robot es el aprendizaje, para quienes desean conocer más de ciertos temas, teniendo el extra de que la información es más interactiva.

Tipos de drones y funciones. Los dos drones terrestres, aunque casi con las mismas funciones, sus sistema de tracción son distintos, uno es a través de cuatro ruedas, un clásico cuatro por cuatro, mientras que el otro es una oruga. Éste último cuenta con su propio software, que se puede controlar a través del teléfono celular.