La bajeza de Víctor Garcés ya no debería de sorprender a nadie, pero lo que tampoco nos debe sorprender es que la directiva encabezada por Guillermo Álvarez permita que esto siga ocurriendo en una institución como Cruz Azul, que se dice ser seria y que no puede dejar que esto continúe sucediendo.

 

Dar a conocer el sueldo que percibía Ricardo Peláez mientras trabajaba en la institución celeste no sólo es de un tipo que de valores no tiene la más mínima idea, también es de una persona que no entiende el momento tan crítico que vive el país, en donde la inseguridad cada día es más fuerte y en la que una revelación así pone en riesgo a la familia y al propio ex directivo.

 

Qué triste que la ética y los valores no se pueden comprar en las tiendas de conveniencia, porque seria maravilloso poder ver a personajes como este, darse una vuelta por ahí y comprar unos cuantos gramos, sólo algunos, que los pudieran convertir en mejores personas.

Hasta cuando desaparecerá un poco de la porquería con la que se manejan los hombres de pantalón largo de esta institución, porque parece que no se han dado cuenta que el problema es y seguirá siendo de ellos y de nadie más, no de los jugadores ni del cuerpo técnico. Y eso lo tiene claro la afición.

 

Se viene el cierre de campeonato y cuando parecería que las cosas pueden resultar favorables para los cruzazulinos, uno recuerda la clase de directivos que están al frente de este club y toda la ilusión se convierte en una pesadilla que casi siempre termina de la misma manera: con la eliminación del plantel y un fracaso cada vez más grande.

 

@Gusocalderon