Por decisión unánime

Gabriel Cruz

OPINIÓN 16/04/2019 10:31 Gabriel Cruz Actualizada 10:31

La lucha libre, en sus propias palabras, salvó a Dulce María García Rivas de momentos difíciles en su vida, fue un refugio a sus problemas y en ella se convirtió en estrella por más de una década.

Representante de la escuela regia, la esteta se transformó en un emblema de su empresa, Triple A, donde fue ganadora del torneo "Reina de Reinas", campeona de parejas mixtas aliada a Pentagón Jr., y representante de la caravana en el exitoso proyecto Lucha Underground.

Sin embargo, la lucha libre empezó a quedarle corta a su inquietud competitiva. Así que se despojó de su máscara para encarar una faceta distinta. No fue sencillo y se ganó la animadversión de los "románticos" de la lucha libre, pero el reto valía la pena, puso distancia en busca de otro encordado: el del boxeo. 

Se calzó los guantes y pisó el nuevo entarimado con la misma fuerza. Yanely Hernández se convirtió en la primera víctima de sus puños en abril del 2017, fue un triunfo por decisión unánime y el inicio de una carrera que suma cinco victorias.

Sin embargo, su historia en la lucha libre no había terminado. Se volvió a enfundar la máscara para defender en Triplemanía XXV su reinado, ganado un poco antes. Lo consiguió, pero fue acusada de lastimar a una de sus rivales de manera poco profesional.

El medio la cuestionó y hostigó al límite, y eso detonó un nuevo alejamiento de los encordados de lucha libre. Otro tipo de escenario, rodeado de una jaula, la acogió hace unos día para verla debutar en las artes marciales mixtas, el nuevo reto de una guerrera, que hace tiempo ganó por decisión unánime, su andar por el deporte.

¡Buenas luchas!

 

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