En el futbol como en la vida, no se trata de regarla y después ofrecer una disculpa, se trata de aprender de los propios errores y no volverlos a cometer.

A Miguel Herrera se le ha criticado muchas veces por su falta de tranquilidad a la hora de perder un encuentro, porque en las buenas es muy fácil sacar el lado bueno, pero mostrar tu lado positivo con el enojo encima o con la rabia que puedes llegar a sentir después de una derrota como la del sábado, es mucho más complicado y parecería que para algunos como el 'Piojo' podría llegar a ser prácticamente imposible.

En estos momentos en los que se ha buscado, a como dé lugar, terminar con el grito que desde hace varios años se escucha en los estadios de nuestro país, no puede salir un afiliado a la Federación Mexicana de Futbol con una declaración tan desafortunada en la que llamó "puto" al silbante del partido.

Hay que poner un alto a este tipo de situaciones, sin importar si la persona que lo dijo estaba enojada o buscar justificaciones donde no tendrían que existir.

Todo quedó en un castigo de tres partidos, para muchos muy justa, para otros no tanto, porque incluso pedían que fueran seis los encuentros que Miguel no pudiera dirigir desde la banca, pero lo que es un hecho es que se tienen que poner castigos ejemplares para evitar que esto siga sucediendo y que cualquiera pueda insultar a un árbitro, dejando claro que hay algunos que pesan más para la comisión disciplinaria y que, hagan lo que hagan, con un video disculpándose, las cosas parecen olvidarse de la noche a la mañana.