Apelan a la libertad de expresión para manifestarse en contra de la cancelación del proyecto de construcción del aeropuerto en Texcoco y para darle un dramatismo con involuntario humor, convocan a vestirse de negro por la “muerte” del aeropuerto, del progreso y lo que nos falte, porque algo nos faltará siempre que exista el consumismo. 

Cualquiera esperaría algún grado de fusión entre las consignas del pueblo que marcha, ese pueblo que se cansa de tanta pinche transa. Algo como... “¡Texcoco, aguanta, Polanco se levanta! ¡Texcoco, escucha, Interlomas está en la lucha!” o quizá; “¡La gente prepotente se une al contingente!” o, ya de plano, un descarado “¡Amigo, banquero, tu estabilidad está primero!”, consignas confeccionadas por un tal Emiliano Crespo en su muro del feis.

Pero no fue así, el sarcasmo no estuvo presente en la pasarela de ayer de 5 mil 500 personas, según el parte policial, porque aquello no puede llamarse de ninguna manera “marcha” pues sería desvirtuar el historial de lucha social en nuestro país.

 Hombres y mujeres de clases acomodadas salieron a la calle para mostrar su clasismo, la xenofobia contra la caravana migrante y contra los chairos que, para algunos, son una subespecie humana.

Aunque la discriminación es un delito, en la Ciudad de México lo más probable es que el tema pasa desapercibido para el gobierno local como tantos otros, por eso se va. 

Algunos agoreros ven en la protesta fifí el caldo de cultivo del “Bolsonaro mexicano”. Ni de lejos, vimos al extremo de la oposición a AMLO sin posibilidades de crear mayorías, con una base social conformada por las minorías privilegiadas.

La oposición al régimen de AMLO será la testimonial del PAN, pero el verdadero contrapeso de fuerzas será al interior, como en los mejores años del PRI. Ahí está el tema de las comisiones bancarias en el Senado... 

Radar de lo absurdo. Siguiendo los pasos de López... ¿Obrador? El ex presidente Felipe Calderón supo que Gómez Morín no podría contra la estructura del grupo de Marko Cortés en la interna azul y renunció al PAN, pero no al ‘hueso’, pues Calderón se va para formar su propio partido político, aunque el instituto aún no tiene registro y, por ende, tampoco nombre; la raza en redes sociales ya puso las siglas: P.O.M.O.

Bitácora de Los Ángeles del Gordo. Qué bueno que los Pixies, banda legendaria bostoniana de punk, pudieran tocar en la plancha del Zócalo la noche del sábado. Hablando de pesos y centavos, los beneficios son amplios para la capital en derrama económica que recibió el turismo local con el Festival de las Juventudes.

Claro que superan por mucho los 10 millones de pesos que costó al Injuve contratar al grupo; sin embargo, más de mil 500 madres solteras no han recibido el recurso que les corresponde del programa social al que están inscritas.

En este caso, debería imponerse el sentido común en la oficina del jefe de gobierno, José Ramón Amieva, y hacer malabares entre partidas para cumplir a las ciudadanas afectadas, porque los programas sociales son un derecho, no un favor.