El 9 de julio llegó por whatsapp el siguiente mensaje  a varios comunicadores. “Se está gestando un proyecto donde se revivirá a Raúl Velasco, bajo el nombre de ‘Siempre en domingo’, de no ser por el prestigio de Tere Ocampo -su publirrelacionista- muchos medios sencillamente creerían que era un ‘fake news’.  Con sólo dos renglones se estaba abriendo el paso -en plena pandemia- a la reactivación de una de las marcas más importantes del entretenimiento en México.

 

Días después, Michel Bernal y Pablo Velasco -empresarios del evento- convocaron a conferencia de prensa para dar a conocer que al menos 90 artistas estaban confirmados para el regreso de ‘Siempre en domingo’ en la Arena Ciudad de México, que era el único foro cuya infraestructura tenía todo para presentar el regreso (virtual) de Raúl  Velasco; quien por cierto, sería representado con un holograma.

 

 

 

 

Los empresarios no sólo filtraron a los medios esta noticia, se enlazaron a diferentes programas, para anunciar gira nacional e internacional tras la emergencia sanitaria.

 

 

 

A la par de estas declaraciones, Bernal comentó que dada la grandeza del espectáculo tenían un acuerdo con Televisa para usar el nombre y algunas escenas del programa, pues querían usar ciertos extractos para fortalecer la referencia nostálgica provistos por la empresa que almacena el archivo de la televisora.

 

 

 

 

Sin embargo, todo este sueño quedará como tal, pues ninguna de las promesas hechas por los productores podrá realizarse. En cuestión de horas serán notificados por parte de la televisora, pues no podrán usar la marca ni el contenido con el que pretendían captar patrocinadores por no contar con alguno de los derechos de transmisión y exhibición.

 

 

 

Para desgracia de los empresarios, ser familiar de don Raúl Velasco (Pablo es su nieto) no es garantía suficiente para hacer un proyecto de tal magnitud. De hecho, esta iniciativa está creando un distanciamiento familiar por armar un evento ostentoso, que pone en riesgo la marca Raúl Velasco, construida por años y basadas en credibilidad y una especial constancia que puso el de Celaya detrás del proyecto. Que no verá la luz por la accidentada lluvia de inconsistencias que está presentando. Era un buen proyecto, tal vez, pero llega sin preparación y con todos los visos de aprovecharse de la referencia nostálgica, pasando por encima de instituciones como Televisa y la del propio Raúl Velasco. Nos leemos la próxima, aquí donde quizá hablemos de ti.