Opinión

El secreto a voces se hizo oficial, Ricardo Ferretti no seguirá con los Tigres una vez que termine este torneo. El anuncio se dio en una conferencia de prensa en petit comité, es decir, solamente con invitación par un reducido número de medios, como si con eso fueran a evitar algún cuestionamiento “incómodo” de todo lo que se generó la semana pasada con relación a la no renovación del estratega con el conjunto universitario.

Mal manejo, incluso rayando en lo ridículo, si se toma en cuenta que hablamos de un hombre que sabe perfectamente bien cómo manejar a la prensa —lo ha hecho durante toda su carrera— así que no requería de nanas o alcahuetes para salir de cualquier pregunta que tuviera que ver con  la manera en que quiso presionar a la directiva a través de los mensajes sembrados en algunos medios locales. Incluso fue por los medios “amigos” y las presiones planificadas que la decisión de Cemex fue prematura, antes de terminar el actual torneo.

No hay quien pueda cuestionar el legado ganador que dejará el Tuca Ferretti con la institución felina. Es el técnico más ganador en la historia del futbol mexicano junto con Ignacio Trelles, con siete campeonatos. De esos siete, cinco los consiguió con los Tigres, además de la Copa MX, la Copa de Campeones de Concacaf. Pero lo que en verdad no se entiende es que muchos  hasta antes del clásico regiomontano y de todo lo que se generó en torno a la salida de este personaje del equipo, también pedían su salida.

Entre las críticas estaban que no le daba juego a hombres como Leo Fernández y Nico López, que no salía de utilizar a 11 jugadores hasta que tenía una lesión, que era defensivo, que iba muy abajo en la tabla, y algunas otras cosas de las cuales argumentaba la gente que ya no lo quería en el equipo, y  ahora ha protestado porque no le renovarán.  Que quede claro, la directiva iba a realizar un análisis al final del torneo, pero lo hecho por el propio Ferretti y sus “amigos” en los medios, apresuró la decisión.

Lo que se percibe en Monterrey, entre la gente de Tigres, no es otra cosa más que miedo al cambio. Han sido tantos años de la fórmula del Tuca con el equipo felino que les da pavor pensar en que vendrá otro entrenador a cambiar las formas en busca de mantener a este equipo en los sitios de protagonista. ¿Que si será fácil? Por supuesto que no, pero así son los cambios, las renovaciones en los proyectos y este equipo de Tigres, y muchos de sus aficionados lo pedían a gritos desde hace tiempo.

El entrenador que llegue no tendrá nada sencillo el trabajo dentro y fuera de la cancha. Es demasiado lo que se mueve alrededor de este equipo, aunque seguramente  cuando la directiva tome la decisión de quién será el técnico, los “grandes críticos” de ahora terminarán por alinearse, como siempre ha sucedido. Este temor a lo nuevo es natural, pero no es mortal como lo quieren hacer ver los jilgueros, que mañana estarán otra vez aplaudiendo.