Opinión

 La llegada de ‘La Desalmada’ a la televisión mexicana es una muestra clara de que la telenovela tradicional se mantiene como un producto altamente rentable. Producida por José Alberto Castro, la historia estelarizada por José Ron y Livia Brito es uno de esos productos sin desperdicio y que será recordado por sus altos niveles de audiencia.
Tocan los cuatro millones de espectadores en al menos dos días, de los cinco que se transmite y, sin engañar a la audiencia, muestra con claridad el avance histriónico que José Ron ha tenido en los últimos años.
Su capacidad para reinventar un personaje es digna de señalarse y la congruencia que tiene fuera  y dentro de su vida profesional, respalda el proceso por el que está pasando en su vida.
En ‘La Desalmada’ vemos a un Ron sólido, diferente, preparado y enfocado, producto de su disciplina y la muestra clara de que no quiere quedarse como un estelar más en las pantallas.
Él mientras tanto, esperará sentado en la silla de un grupo musical —otras de sus pasiones— en donde le pega a una batería con tanta pasión, reflejo claro de que todo lo que está construyendo tiene un común denominador.
FLACO FAVOR le hicieron en Badabun a Raúl Bernal, esposo de Violeta Isfel, quien fue señalado como “esposo feo”. Lo anterior fue en una entrevista a la actriz donde contó su historia de amor con él y los constantes “no” que recibió tras arriesgarse a dar el paso de amigo a pareja. Me llamó la atención que Violeta fue muy reiterativa en que no lo veía como una pareja, pero que justo fue un susurro y los detalles de Bernal lo que la hizo darle el sí.
Sin embargo, con esta entrevista Badabun, cayó en el ‘aspectismo’ y etiquetó a su entrevistado a sus propios parámetros estéticos, generando ‘sin querer queriendo’ discriminación por su físico. 
Al tratar de dar con este contenido en un buscador lo primero que aparece es Violeta Isfel nos revela la verdad de su esposo “feo”, sin destacar la historia de aspiración y amor que sella la relación.
Seguramente, los dueños de esa empresa —líder en contenidos para millennials—, tienen una simetría perfecta en su rostro, que les permite señalar quién es guapo o no.
Actualmente, Isfel promociona ‘Lo amo, pero es un imbécil’ obra en la que participa junto a Jurgan Jacobo, en otro admirable esfuerzo de llevar diversión al teatro, en plena pandemia. Nos leemos la próxima, aquí donde quizá hablemos de ti.