Opinión

Este fin de semana estuve junto con una treintena de personas participando en un campamento en Tepoztlán, uno de los lugares considerados mágicos en México. 

Pusimos nuestro campamento en el Centro Scout Meztitla, donde el contactado, André Malak, nos ofreció un curso de crecimiento personal a partir de las enseñanzas que, asegura, le han transmitido los maestros de tipo extraterrestre y angelical con los que estaría manteniendo comunicación.

Malak explicó que inició sus experiencias con las otras realidades siendo un niño, a través de los fenómenos paranormales y, más en concreto, con la práctica de la ouija, algo que, asegura, no es muy recomendable porque no sabes si el contacto lo vas a iniciar con una entidad negativa o beatífica.

Durante esta charla llegaron algunos trabajadores de Meztitla, quienes se animaron a contarnos algunos sucesos extraños del lugar. En el edificio de administración, señalan, aparecen tres seres, tres sombras, “más negras que la noche”. 

Son entidades que se manifiestan cuando alguien está durmiendo o está a punto de dormirse, y con mayor frecuencia, a finales de octubre o principios de noviembre es cuando se nota “una energía muy pesada en todo el campamento”, aseguran. 

Igualmente, nos señalaron que hay personas acampando que se encuentran con un guardabosques, que les ayuda a poner sus casas de campaña y a prender la fogata en la noche.

Cuando las personas se van a marchar de Meztitla, pasan por el edificio de administración a dejar una propina para el guardabosques; sin embargo, los trabajadores dicen que tal persona no existe, y que por lo tanto se trataría de un fantasma. Y van más allá: “podría tratarse de un espíritu guardián de la Sierra de Tepoztlán”. 

Sin duda, es muy interesante esta última interpretación ya que este pueblo mágico está rodeado de misterios, sobretodo en relación a los avistamientos de luces que hay en los cerros.

Aunque muchos de estos objetos pueden ser contemplados a simple vista, según los cazaovnis, a través de los aparatos de visión nocturna se observan luminarias que están pegadas, como colgadas en las montañas, que son invisibles al ojo humano.

Se habla, igualmente, de la conocida como Hermandad Blanca, compuesta por entidades ajenas a nuestro mundo que estarían cohabitando con la humanidad y ayudando en la sombra a todos los que viven cerca de ellos. 

Sin duda, estos viajes centrados en el turismo del misterio nos dejan cargados de experiencias y sabiduría. En este sentido, la empresa mexicana Volíbolo es líder en ofrecer a los turistas actividades centradas en lo desconocido.

Entre las experiencias de misterio que ofrece Volíbolo no sólo está Tepoztlán, también otros puntos igual de misteriosos como Foco Tonal, la Zona del Silencio o Peña de Bernal.