Opinión

El caso de Vicente Fernández

Gil Barrera

OPINIÓN 15/08/2021 21:07 Gil Barrera Actualizada 11:56

La semana pasada Vicente Fernández vivió uno de los momentos más complejos de su vida y carrera. Una caída mortal lo puso en la mira de todos y ante la inminente preocupación de su familia.

Además de la crisis emocional y física del querido intérprete, la familia tuvo que lidiar con el acoso de los medios y hasta el fanatismo (que hasta serenata llevaron), mientras el charro estaba en terapia intensiva, sedado, con golpes mortales y la posibilidad de estar internado y no volver a caminar por varios meses.

Quienes conocemos a los Fernández y hemos tenido la oportunidad de tratar a fondo al intérprete sufrimos de una manera muy particular este episodio.

Pues ‘Chente’ siempre tuvo para los medios un trato amable y respetuoso para los reporteros, los atendió cómo reyes cuando lo visitaban en su rancho y siempre jugó a la perfección la complicidad entre el artista y los medios.

Es una estrella sumamente equitativa, lo mismo habla con la gente de la radio, con los periódicos y con la televisión; todos los medios son importantes para él. No tiene distinción y sabe de esta complicidad entre el ídolo y sus canales de comunicación. La confianza que él deposita en los medios es tan grande que ha confesado —como una premonición—  que no aceptaría un final postrado en una cama o una silla de ruedas.

Por ello, esta crisis de salud que se vive dentro de la familia Fernández, nos debe llevar a un ejercicio de reflexión sobre ¿qué tan importante es —en pandemia— hacer base fuera del hospital donde un cantante se debate entre la vida y la muerte? ¿Qué tan valioso es para la familia, confiar en un equipo sólido de relaciones públicas para hacer contención ante los medios, cuando su única prioridad es velar por la tranquilidad de su patriarca? Al final es el padre, abuelo y esposo quien se la está jugando tras el accidente.

Esta experiencia nos deja claro que, dentro de la industria, hay de todo: medios chafas que a fuerza quieren cafetear al ídolo, medios profesionales que no han logrado entender porqué hay información diferente entre el parte médico y la “oficial” de redes sociales.

Una familia que en medio del dolor frena para informar a su público lo que está pasando. Y millones de espectadores que padecen el proceso de su ídolo; que piden oraciones para que este Vicente siga escuchando los aplausos y nunca deje de cantar.

Porque al final es su ‘Chente’, el cómplice que nunca los dejó y esa estrella eterna que no merece extinguirse así.  Nos leemos la próxima, aquí dónde quizá hablemos de ti.

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