Opinión

Cuando tu pareja ya no quiere sexo contigo

Víctor Jiménez

OPINIÓN 12/11/2021 14:06 Víctor Jiménez Actualizada 14:06

Nuestra sexualidad está ligada a nuestras emociones y a nuestro ego. Para tu cerebro, el rechazo es tan doloroso como el dolor físico. Y cuando quien te rechaza es alguien tan cercano como tu pareja, el dolor es aún mayor.

Tenemos una necesidad natural de pertenecer. Cuando la pareja nos rechaza, el dolor sentido provoca confusión emocional. Para nuestro cerebro, el rechazo significa abandono. 

Comenzamos a dudar del amor de nuestra pareja. “¿Realmente me ama? Si me amara, estaría más dispuesta a tener sexo”, es lo que pensamos. Pero muchas veces no es el caso, simplemente el otro no se siente con ganas de tener un encuentro sexual.

A quien es rechazado le cuesta aceptar un no como respuesta, lo que puede hacer que pierda los estribos. El rechazo se percibe como pérdida de control o de acceso a lo deseado. Por otra parte, también podemos dirigir hacia nosotros mismos mucha de la rabia provocada por el rechazo y hace que nos cuestionemos y tratemos de culparnos y encontrar algo mal en nosotros.

Automáticamente, pensamos que hay algo equivocado, que no somos lo suficientemente atractivos para la pareja o que no somos lo suficientemente hábiles en el sexo.

Estas ideas dañan nuestra autoestima. Al culparnos, nos provocamos más dolor del ya experimentado por el rechazo. Olvidamos las circunstancias y los diferentes factores que nos llevan a no tener deseos de tener una relación sexual. 

Aprende a aceptar un no

Admite que lo que sientes es desagradable, doloroso. Valida lo que sientes. Hazte consciente del malestar en tu cuerpo y permítete sentir el rechazo aunque no sea placentero. De esta forma, procesas más fácilmente el dolor y la rabia.

Calma los sentimientos asociados al rechazo, hablando con tu pareja acerca de cómo te sientes o tomando un poco de distancia. Esto te dará claridad.

Recuérdate que puede haber mil razones por las que tu pareja no quiere tener sexo en esa ocasión. Evita atribuirte a ti, a tu cuerpo o a tu ser toda la responsabilidad y, sobre todo, evita atacarte con ideas de que hay algo malo en ti o de que no eres suficiente.

Recibir un no como respuesta no tiene por qué ser el fin del mundo. Agradécele a tu pareja su honestidad. Piensa en lo que te podría hacer sentir mejor en el momento y pregúntale si te podría apoyar con eso.

Recuerda que un no al sexo no significa un no a la conexión emocional a través de arrumacos, dormir abrazados, besos, una plática estimulante, un masaje de pies, compartir una comida juntos.

Si en esa ocasión recibiste un no, ya tendrás oportunidad de recibir un sí la próxima vez. Un rechazo esporádico no significa que la relación esté en serios problemas o que haya terminado.

Si el rechazo se repite con frecuencia, investiga con tu pareja qué está pasando. Quizás es algo que le está afectando, tal vez está enojado contigo o está teniendo cambios hormonales que afectan su interés sexual.

EL DATO

El “desorden de aversión sexual” es un trastorno caracterizado por el rechazo extremo y persistente a todo tipo de contacto genital con otra persona.

SÍGUEME EN FACEBOOK: facebook.com/VictorJimenezMx

Comentarios