Opinión

¿Las cosas no salen como tú quieres? Es tiempo de que leas este texto terapéutico

Víctor Jiménez

OPINIÓN 11/03/2022 18:20 Víctor Jiménez Actualizada 18:20

A veces es difícil lidiar con la frustración; es común que ésta te lleve al enojo o a renunciar a tus intentos por conseguir lo que deseas. 

Quizás lo has experimentado cuando te dan ganas de incendiar la lavadora que no funciona, golpear la computadora porque la pantalla se quedó congelada, o gritarle a tu hija adolescente que termine de peinarse y salga ya porque si no, van a llegar tarde a la escuela y al trabajo. 

La frustración no es agradable, pero es algo de lo que no te puedes deshacer para siempre. Es algo con lo que hay que aprender a lidiar. 

Es posible minimizar tus frustraciones y evitar respuestas poco sanas como la pérdida de la autoconfianza, la depresión o el abuso de alcohol u otras substancias. 

¿Cuál es el antídoto? La frustración también tiene su remedio: la aceptación. Nos frustramos cuando las cosas no salen como las planeamos o deseamos y nos peleamos con esta realidad, lo que genera impotencia y sufrimiento. 

Una alternativa es aceptar lo que no está en tus manos cambiar. Quizás no es momento de hacer ese viaje a la playa o quizás ese compañero de trabajo que te gusta, no quiere salir contigo. 

Aceptar con humildad que algunas cosas no las puedes cambiar porque no están bajo tu control, te libera. 

Esto no significa dejar de luchar por lo que deseas, se trata de comprender que puedes hacer en otro momento ese viaje o que si no le gustas a tu compañero, podrías salir con alguien más. 

Ejercítate en la aceptación cada día con pequeñas cosas con las que luchas y a las que te opones. Si llueve, en lugar de quejarte interminablemente sobre la lluvia, simplemente acéptalo como un hecho inevitable. 

A veces, cooperar con lo inevitable es lo mejor que puedes hacer.

¿Cómo manejar la frustración y la ira?

1. Toma una pausa antes de reaccionar. Evita actuar de inmediato cuando te sientas frustrado. Tómate unos momentos para darte cuenta de lo que estás pensando y sintiendo. Después, haz unas cuantas respiraciones profundas poniendo total atención a la entrada y salida del aire en tu cuerpo. Al tomarte una pausa, pones distancia emocional entre tú y lo que te frustra.

2. Muévete a un entorno diferente. Cuando percibas que estás frustrado o enojado, te puede ayudar ir a otra habitación. Tomar distancia física de la actividad o la persona frustrante podría proporcionarte calma para no reaccionar de forma negativa. Si sales al aire fresco un momento, interrumpes los pensamientos que alimentan tu frustración y enojo. 

3. Sácalo y revisa tus expectativas. Darle vueltas al asunto frustrante no es útil. Lo mejor es dejarlo atrás por un tiempo para que surjan nuevas y mejores ideas sobre cómo resolver la situación. Muchas veces la frustración y el enojo surgen porque una persona o situación no cumple con tus expectativas o suposiciones. Recuerda que las cosas no siempre van a salir como tú lo deseas. Recuerda, a grandes expectativas, grandes desilusiones y grandes frustraciones. 

LA FRASE

“Para vencer la frustración, uno debe permanecer intensamente enfocado en el resultado, no en los obstáculos”, del escritor T.F. Hodge.

EL DATO 

Algunas consecuenciasde la baja tolerancia a la frustración son: 

1) El abandono constante de las cosas que se comienzan.

2) La ansiedad que se genera cuando algo no sale como se le espera.

3) La evasión de situaciones.

Comentarios