Opinión

Hay un producto del cual nos debemos sentir sumamente orgullosos como mexicanos. Créanme queridos lectores, que no exagero. 

Se trata de Chaparreando, un reality protagonizado por Omar y Emiliano Chaparro que narra la aventura de padre e hijo, que recorren nuestro precioso Chihuahua y redescubren la importancia de la comunicación y el amor fraterno. 

Omar narra de manera magistral cómo fue su infancia y lo importante que es transmitir los valores familiares. Tengo el gusto de conocer a Omar desde hace muchos años y lo que puedo decir es que lo transmitido en este reality es un reflejo de la personalidad de los Chaparro, transparente, humana y con una admirable estabilidad emocional. 

Además de ofrecer en cada capítulo un mensaje de conciencia, destapa el sentimiento de unión entre los mexicanos que tanta falta nos hace en esta época y ofrece un producto altamente recomendable.  

SIN LUGAR A DUDAS, los cierres de campaña fueron la luz que iluminó el final del túnel para algunas agrupaciones musicales. Con los festejos multitudinarios que hicieron a lo largo del país este fin de semana, regresaron a la actividad decenas de artistas que, luego de un año, no tenían ni para comer. 

Destacó que en varios de los eventos aparecieron, por ejemplo, tres Sonoras Dinamitas diferentes, pues mientras unas tocaban en una zona, en otro estado estaba otra. Según lo que me comentan, solo algunas agrupaciones se bajaron en el costo de sus espectáculos para no perder una oportunidad de comenzar a recuperar lo perdido por la pandemia. En muy pocas verbenas hicieron énfasis en que los asistentes usaran cubrebocas y el tema de la sana distancia fue un mito. 

La reactivación de los espectáculos masivos ha beneficiado sobre todo a las agrupaciones y a los comediantes, más que a los solistas pop y no por el costo, sino por las visas de trabajo. 

HAY UNA BOMBA DE TIEMPO en la familia Rivera, debido a que Chiquis pidió una auditoría para saber cómo anda la herencia de la diva de banda Jenni Rivera. Ante esta situación, Rossie Rivera está cerrando cualquier comunicación con los medios  argumentando que, ahora sí, eso no le debe interesar a nadie y que no está dispuesta a compartirlo. Este comportamiento es clásico de la familia que, solo cuando necesita vender sus cosas, acude a la prensa. Nos leemos la próxima aquí, donde quizá hablemos de ti.