Opinión

Estos días se ha dado a conocer una investigación científica que asegura que el cambio climático está provocando una alteración en el eje de rotación del planeta Tierra. 

Una reciente investigación publicada en la revista de la Unión Geofísica Estadounidense, esas modificaciones que se han producido en el clima terrestre desde los noventas, han provocado que ese eje de rotación terráqueo haya ido desplazándose. 

Dicho eje es, explicado con palabras sencillas, una línea imaginaria alrededor de la cual gira el planeta en su movimiento sobre sí mismo; y, ahora, gracias a este tipo de investigaciones, sabemos que la acción dañina del ser humano sobre el planeta ha provocado un desplazamiento acelerado de este eje. 

Según el estudio más reciente, la posición del polo Norte y el polo Sur, que son los enclaves donde el eje de rotación se cruza con la superficie de la Tierra, se ha desplazado unos cuatro metros en dirección este. 
Es lo que se denomina ‘deriva polar’ y, en palabras de los científicos, “cambió por completo en 1995 y, entre ese año y 2020 la velocidad del movimiento de los polos aumentó unas 17 veces en comparación con el periodo anterior”. 

Aunque es normal que haya un desplazamiento, lo que está fuera de toda norma es la velocidad con la que ha ocurrido, hecho que los expertos atribuyen al derretimiento del hielo en el ártico polar. 

Es la primera vez que se demuestra, científicamente, estos alarmantes datos sobre el eje de rotación terrestre y el cambio climático, pero lo más sorprendente es que, desde el año 2014, diversos contactados con extraterrestres me han hablado de la cuestión en las entrevistas que he mantenido con ellos. 

Alberto Zecua, Adriana Noemí Cuesta, Gabriel Cardona o Adela García son algunos de estos entrevistados que me han asegurado que, en sus comunicaciones con entidades ajenas a nuestro mundo, los extraterrestres les han hablado del cambio en el eje de rotación de la Tierra. 

A grandes rasgos, lo que ellos vienen refiriendo desde hace una década, cuando nadie hablaba de este tema en medios de comunicación, es que, aunque sea un fenómeno natural del planeta, el cambio en el eje de rotación que el ser humano estaba provocando en la Tierra, iba a traer graves consecuencias para nosotros. 

Esas entidades con las que supuestamente contactan advirtieron de que debíamos estar preparados para estos cambios. Me aseguran estos contactados que el cambio en el eje iba a conllevar vegetación donde antes había desierto; mar donde antes había tierra firme. 

“Todo va a virar”, aseguran. Igualmente, añaden en los mensajes que esta nueva situación en la Tierra modificaría también las energías que, afirman, llegan del espacio exterior e influyen tanto en la Tierra como en sus habitantes, provocando una nueva generación de seres humanos con un potencial muy distinto al nuestro.

Incluso algunos de estos contactados, como la argentina Adela García, han dibujado los mapas de cómo supuestamente quedará el planeta después de estos cambios.

Sin duda, llama poderosamente la atención que un tema sin trascendencia en los medios de comunicación y, en la sociedad en general, que sólo ha saltado estos días a los medios en algunas publicaciones de tipo científico, haya sido manejado insistentemente por los contactados desde hace más de diez años y que ahora la ciencia confirme, punto por punto, ese cambio que ellos llevan anunciando desde entonces. 

Puede que haya muchos casos falsos, pero de vez en cuando pasan cosas como las que les acabo de narrar. Y uno no encuentra, por el momento, respuestas racionales al enigma del cambio climático en el planeta Tierra.