VIENEN DE CHIAPAS
Niños malabaristas se quedan sin Reyes
Los pequeños despertaron en el frío de la mañana y no habían recibido ningún regalo
Alan Rodríguez
Ayer por la mañana, la Ciudad de México despertó con sonrisas y alegría en muchos hogares, en donde los pequeños recibieron la visita de los Reyes Magos.
Cerca del cruce de la calzada México-Tacuba y el Circuito Interior, una joven de 25 años aproximadamente y sus tres hijos despertaron por el frío y ajetreo de la jornada.
La pequeña familia proviene de Chiapas y ella apenas habla español; a pesar de la promesa de vivir mejor en la capital, los hijos de Rosa no recibieron nada por parte de sus Reyes Magos.
El pequeño Alfonso preparó sus pelotas para hacer malabares en los hombros de su madre y antes de las nueve de la mañana, apenas consiguieron cuatro pesos de un par de automovilistas.
Falta mucho para que completen para su desayuno, y la pequeña Arcelia, de apenas cinco meses, ya está llorando por hambre.
Su hermanita Ana le da las sobras de la noche anterior, pero la mamila amaneció con la leche cortada.
Algunos transeúntes llevaron juguetes y peluches para los tres niños y una torta que Rosa repartió entre los tres, ese fue el obsequio que los Reyes les trajeron y con lo que se mantuvieron hasta las tres de la tarde, cuando Rosa partió de su esquina para buscar un lugar mejor para pasar la noche.
