Camión destroza a chavito motociclista

Los gritos que lanzó el papá de Jesús al ver a su hijo caído se escucharon a varios metros de distancia y estremecieron a los curiosos que observaban el cuerpo del motociclista inerte sobre la carretera.

“¡Es mi hijo, es mi hijo!”, gritaba desesperadamente mientras se sentaba, se hincaba, se cubría la cabeza con las manos, como si quisiera escapar de la realidad.

La vida de Jesús Emmanuel Domínguez acabó cuando el casco que protegía su cabeza se estrelló contra el pavimento y quedó destrozado.

Sobre la carretera federal México-Pachuca, en Tecámac, el joven de 21 años fue embestido por detrás por un vehículo pesado. Su cuerpo y la moto salieron proyectados varios metros.

“Escuchamos un fuerte golpe, pensamos que le habían pegado a un camión y al salir vimos al chavo ya muerto”, comentó un trabajador del paradero ubicado en el kilómetro 38 con dirección a la Ciudad de México.

Nadie vio al responsable, algunas personas aseguraban que fue un tráiler, también señalaron a un autobús.

Todos coincidieron en que era un vehículo grande, pero no hubo testigos del momento exacto del accidente.

Más de dos horas estuvo el cuerpo del joven sobre el pavimento, que fue cubierto por una manta blanca. Su padre intentaba acercarse para observarlo, pero policías municipales que resguardaban el área lo evitaron.

Sólo se escuchaba más llanto; las palabras no salían, pero los gritos no cesaban.

Alrededor de las 12:30 horas peritos realizaron el levantamiento del cadáver y el padre del motociclista observaba, desde atrás del cordón policial, cómo el cuerpo de su hijo era trasladado en una camilla al interior de una camioneta funeraria.

Apenas retiraron el cuerpo, el tránsito se reanudó y las actividades volvieron a la normalidad.

(Foto: Archivo El Gráfico)