¿El tamaño importa?
(Foto: Archivo, El Gráfico)
Hola, mis amores, muy feliz miércoles a tod@s, hoy quiero hablarles sobre el tamaño del miembro del hombre y si realmente importa o no al tener relaciones.
Hice una encuesta en mi Instagram y varias mujeres respondieron sobre su experiencia cuando el hombre tiene un pene muy grande. Y es que se tiene la idea de que sólo con la penetración, la mujer sentirá placer, pero es absurdo.
Entonces, si un hombre tiene un miembro muy grande y quiere empezar la acción sin un previo, lo único que va a ocasionar su gran tamaño será lastimar a la pareja. Bueno, si son demasiado bruscos, siendo el tamaño que sea, también pueden lastimar.
No hay nada mejor que un buen jugueteo antes de la acción, para estar los dos bien listos y que la penetración sea un complemento de la relación sexual, de hecho se puede llegar a un orgasmo sin la necesidad de meterla.
Aquí te platico cómo fue uno de los mejores orgasmos que he tenido y no me entró ni un dedo: Fui a una sesión de fotos en un hotel, cuando llegué estaba otra mujer con la que haríamos el book, las fotos comenzaron en la tina con agua caliente y velas alrededor, vestidas sólo con lencería, las tomas eran eróticas, yo acercando mi boca a su cuello, ella con sus manos en mi cabello tirando levemente, para que mi espalda formara una curva.
Resulta que mientras el fotógrafo iba por otra memoria comenzamos a besarnos, ella mordía mi labio y lo jalaba, yo metía mi lengua en su boca, me lamía el cuello, mordía mi oreja, mientras me acariciaba la espalda traté de tocarla, pero me subió las manos a la cabeza y me dijo que las dejara ahí.
Su dedo fue bajando y rodeó mis senos, lento pasaba por mi entrepierna y eso me volvía loca, acarició mis labios inferiores y se detuvo en mi clítoris, yo ya estaba muy cachonda.
Ella metió su pierna entre las mías, me chupaba los pezones, masajeaba mis labios, la tomé con fuerza y empezamos a besarnos mientras nuestras piernas entrelazadas nos estimulaban a las dos, me restregué en ella más duro y acabé sobre su pierna.
Se masturbó para mí, veía sus gestos, escuchaba sus gemidos y admiré cada segundo de su clímax. Ni siquiera hubo un pene y logramos orgasmos gloriosos, así que el tamaño del miembro no importa. Mejor, cachondea rico a tu pareja. ¡Los adoro!