¿Quién no vio la foto del hombre que por un lugar de estacionamiento terminó con un cuchillo en el ojo? El incidente, que ocurrió en Veracruz la semana pasada, estuvo en todos los periódicos y desbordó las redes sociales, no sé si más por morbo o por asombro. 

Parece imposible que un desencuentro que bien pudo resolverse con palabras o simplemente buscando otro lugar para el auto, termine en un hecho tan violento. Incluso, el agredido se declaró sorprendido del desenlace porque la pelea “era a puro puño, como hombres”. ¡Ah! Todos los problemas que ha causado esa frase de “como hombres”.

Sé que a veces nuestra rutina está tan llena de estrés y responsabilidades que cualquier chispita nos puede hacer estallar. Pero hay que preguntarnos si vale la pena arriesgar nuestra integridad e incluso la vida… ¡por ganar una discusión! 

Si esto pasa en cualquier lugar y situación, como en el estacionamiento de una plaza, imagínate cuánto lo agrava la influencia del alcohol. En la Línea de Seguridad del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, el 5533 5533, hemos estudiado todo lo que sucede alrededor de las chelerías, los establecimientos irregulares en donde se venden bebidas. Los datos son contundentes: en el 15% de las denuncias que recibimos de chelerías hay algún reporte de riña, de las cuales el 42% involucran un arma de fuego y el resto son peleas “a puro puño” o verbales.

Para algunos, engancharse y derrotar al enemigo que se cruzó en su camino puede parecer común, gracioso o una forma de demostrar hombría. Pero, ¿habías pensado que no es necesario? En serio, es un buen ejercicio de autocontrol dejar pasar el enojo porque alguien se te cerró en el camino, te ganó el lugar o te provocó verbalmente ya pasado de copas.

Nosotros le apostamos a que la prevención puede contener hasta el 80% de la violencia. Y es precisamente ahí donde los ciudadanos tenemos más poder porque decidir llegar a los golpes con un desconocido es una acción que no involucra de ninguna forma a la autoridad, es una elección personal en la cual tú tienes todo el control. 

Por eso, como dice la frase: ‘no te calientes, plancha’. La próxima vez que te encuentres en cualquier circunstancia que pueda detonar una riña, mejor tómalo con calma, sepárate a tiempo y sigue tu día. Al final, vas a estar mejor así y si además en ese momento estás con tus hijos o familia, les estarás dando un excelente ejemplo. Después de todo, un ambiente tranquilo lo construimos entre todos.

Te doy un consejo. Otro caso muy sonado la semana pasada fue el llamado de auxilio que hizo Daniela a un amigo antes de ser secuestrada por un taxista. Le escribió por chat avisando del peligro en el que se encontraba y lamentablemente no recibió la ayuda que necesitaba. Esta tragedia nos dolió a todos y nos recordó lo importante que es ser empáticos. Si tú recibes un mensaje de este tipo, no desestimes el problema: lo primero que debes hacer es marcar al 911 para dar toda la información que tengas disponible, incluida la última ubicación de tu amigo y el destino al que se dirigía; alerta también a alguien de su familia para sumar esfuerzos y utiliza tus redes sociales para viralizar el caso.