¡No me ayudes, compadre!

Lupita Martínez

OPINIÓN 26/01/2021 23:30 Lupita Martínez Actualizada 16:20

LA VERDAD DESARMA Y ¡MEJOR NO ME AYUDES! Un escándalo surgido de una red social (Tik Tok) ha afectado a Vicente Fernández, figura emblemática, ícono de la música mexicana.  Como sucede cuando la comunicación no es buena o es nula, las reacciones y respuestas son desproporcionadas.   Mal, don Vicente hizo mal, pero desmenucemos un poco el asunto y no para juzgar, simplemente para entender.   

Estamos, de unos años para acá, viviendo una transición generacional durante la cual han habido cambios significativos.  Se ha roto con tradiciones, se ha alzado la voz en contra de lo que por costumbre se consideraba normal sin serlo.  Es justo.  Pero es justo entender que personajes de cierta edad, fueron educados erróneamente.  No es de ninguna manera justificable, pero sí entendible.  No está bien, pero así es.  Por otro lado, a las víctimas de cualquier abuso o acoso, las asiste el inalienable derecho de denunciar, de alzar la voz para reparar un daño que, aquí fíjese bien sabio público conocedor, no se resarce con escándalo, sino con perdón y eso dista mucho de conseguirse con irascibilidad y ánimos de linchamiento.  Tampoco con mentiras o verdades torcidas.  En entrevista con la periodista Mara Patricia Castañeda, don Vicente, visiblemente afectado, pide perdón.   

Todos merecen el perdón cuando de verdad hay arrepentimiento.  Es válido.  Sin embargo, decir que se confunde un seno con un hombro, tira al piso toda disculpa.  La verdad desarma, decía mi padre y tenía razón.  Frente a la verdad ya no hay alegato, ni confusión.  

Por otro lado, pero dentro del mismo tema, la youtubera Nath Campos  denunció haber sufrido abuso por un colega y en la denuncia narra que el hecho sucedió estando ella bajo los influjos del alcohol.  Esto ya es hablando de una misma generación en donde ciertos patrones de conducta abusivos se repiten.

En el programa ‘HOY’ se mencionó este caso y los comentarios no fueron muy afortunados.  ¿Será que Arath de la Torre, Andrea Legarreta y Martha Figueroa nos compartirán algún días las reglas de cuánto se puede tomar para no ser agredida por una persona que no puede controlar sus más bajos instintos?, ¿nos dirán cuánto es el tiempo exacto o justo de una víctima para denunciar a su agresor?, ¿conocerán o por lo menos intuirán el doloroso proceso que atraviesa una  persona (hombre o mujer) sobreviviente de un abuso?  

No es cómo te vistes, ni cómo caminas, ni qué tomas o cuánto tomas, no es si sales de día o de noche o si usas transporte público, andas a pie o en tu coche. No es si eres rica/o o pobre, no es si estudias, trabajas o no haces nada, no es cuántos años tienes, ni si eres alta/o o pequeña/o, no es si eres flaco/a o gordo/a.  No hay justificación alguna para el abuso. Ninguna.  

     

 

Comentarios