Maricruz, doble víctima

ni una menos especial columna feminicidios México

(Foto: Archivo, El Gráfico)

La roja 14/05/2019 09:18 Tanya Guerrero Actualizada 09:37
 

Maricruz Bizueto Velazquez fue asesinada en Los Héroes Tecámac hace 15 meses. Su presunto asesino, Pablo N, de 31 años, fue detenido en agosto de 2018, un año después de que inició una relación sentimental con la víctima, que duró seis meses. En octubre de 2018 fue vinculado a proceso y desde entonces, la familia de Maricruz ha pasado por un juicio que se prolonga debido a amparos que éste hombre ha promovido, pero sobre todo por omisiones e irregularidades de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México.

LA ENCUENTRAN MUERTA

El día que hallaron el cuerpo de su hermana, a Carolina le alertó que la puerta de la casa estuviera entreabierta. Al entrar, vieron los muebles fuera de lugar, un caos en la sala. Carolina y su madre pronto descubrirían que ahí no sólo hubo un forcejo a muerte entre Maricruz y su pareja, sino que se había perpetrado un feminicidio. 

“Veo a mi hermana tirada boca arriba, al lado de la mesa, y lo primero que hago es hablarle: ‘Maricruz ¡levántate!’, pero no reaccionó. Mi mamá y yo hablamos a la ambulancia, pero cuando los policías llegaron nos sacaron de la casa. Nos dijeron que mi hermana estaba muerta”, narra Carolina.

El 6 de febrero de 2018, a las ocho de la mañana, Carolina recibió una llamada de Pablo N, el presunto agresor. 

“Se escuchaba muy nervioso, me dijo: ‘me acabo de pelear con tu hermana y necesito que vayas a la casa y me digas cómo está’, explicó que habían discutido y que él la había tomado del cuello ”, relata. 

Caro nunca imaginó que Maricruz ya estaba muerta. Tenía 40 años, casi diez más que su presunto asesino. Para él, esa era una razón para violentarla psicológicamente.

CELOSO EN EXTREMO

En agosto de 2017, ambos trabajaban en la misma tienda. Maricruz era promotora y Pablo repartidor de Bimbo. Cuatro meses después, se fueron a vivir juntos a Los Héroes Tecámac. Pero desde que Maricruz lo presentó a su familia, la actitud huraña y grosera de Pablo les dio mala espina, cuenta Caro. “Era un hombre muy celoso. Un día en casa de mi hermana, bajamos a la tienda. Maricruz le dijo: ‘Ahorita vengo’ y él la empezó a insultar, le dijo que era muy vieja y que él le hacía un favor al haberse fijado en ella”, relata Caro.

Cuando Maricruz pasaba tiempo con su familia, Pablo se encelaba a tal punto que varias veces, Caro y el padre de Maricruz llegaron a ver en los brazos de la mujer, moretones.

Maricruz era presa de violencia física y emocional. Pese a las agresiones, la mujer siempre le pedía a su hermana que no le dijera a nadie, “lo que creemos es que le tenía miedo o la tenía amenazada”. 

LA ASFIXIÓ

El día que Pablo presuntamente la asesinó, ese forcejeo llegó a consecuencias brutales. Maricruz fue hallada con marcas de golpes en brazos y signos de muerte por asfixia. 

Tras la llamada que le hizo a Caro, Pablo desapareció hasta que en agosto de 2018 fue aprehendido y trasladado al penal de Chiconautla, donde fue vinculado a proceso por el feminicidio de Maricruz.

EMPANTANADO

Aunque la familia afirma que en la investigación hay pruebas contundentes, las autoridades no avanzan. De las seis audiencias que han citado, dos fueron postergadas porque el Ministerio Público no se presenta o “tiene mucho trabajo” como para citar a testigos; “para una audiencia, nos dijeron que ellos no fueron notificados por el Juzgado y ya no se pudo realizar”, dice Caro.

ANOMALÍAS

“Hay evidencias de que el MP está ‘pactando’ con la defensa de Pablo. Eliminaron a tres testigos. Sin embargo, nos sentimos amarrados de manos”.

Del rumbo del caso, la familia poco sabe, porque el MP no la acreditó como ofendida; quien figura en documentos es el hijo de Maricruz, de 4 años; como es menor y la custodia la tiene la ex pareja de Maricruz, nadie puede exigir que se cumplan los plazos y se desarrolle el proceso.

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