Murieron muchos, menos la tele

Lupita Martínez

OPINIÓN 16/10/2019 00:00 Lupita Martínez Actualizada 09:50

EL FIN DE LA TELEVISIÓN ABIERTA NO LLEGÓ, NI LLEGARÁ. Cuando irrumpieron las plataformas digitales como opción de entretenimiento se planteó el inminente fin de la televisión abierta.  La facilidad de tener el contenido disponible a toda hora, sin cortes comerciales, era un golpe contundente.  Efectivamente las cosas cambiaron, la forma de ver televisión cambió, pero la televisión abierta está lejos de salir de la competencia.  Si bien quedaron atrás las estratosféricas sumas de dinero para anunciarse en televisión y los contratos de exclusividad (la mayoría), en las empresas televisoras se finiquitaron por la gran cantidad de nuevas opciones, la realidad es que gracias al crecimiento de las redes sociales se generó un fenómeno por demás interesante y beneficioso.   Fíjese usted,  cuando se  transmite un evento de trascendencia en vivo, el público recurre inmediatamente a las redes sociales para opinar, ampliar u  ofrecer más información, o simplemente observar, exactamente como sucedió hace una semana con el funeral de José José, el poder de penetración de la televisión abierta quedó más que claro.    

Recordemos que la depresión (sentimientos de soledad y desolación, entre otros síntomas) fue catalogada como la enfermedad del fin de siglo y ahora podemos decir que en consecuencia,  la adicción es  el padecimiento mundial y  por eso estamos pegados a las redes, a la comunicación constante, a la necesidad de revisar lo que los demás exponen y a exponernos a nosotros mismos, por eso  ahora la televisión abierta se ha convertido en el lugar de reunión para todo televidente.  

 Es curioso y a veces algo absurdo que existan voces que descalifican un medio u otro, cuando la verdad es que todos tienen un lugar específico y  sirven a intereses diversos y satisfacen diferentes gustos.  Algunos claman cambios radicales  y otros añoran tiempos pasados, cuando es inevitables que  todo evolucione, todo cambie.  Tenemos, si queremos pasarla bien, que adaptarnos a los cambios y si usted quiere ser feliz y en realidad entretenerse, sabio público conocedor, le recomiendo que se relaje y elija lo que a usted le parezca la mejor opción.  

PREGUNTAS DE LA SEMANA 

Con respecto a la transmisión de ‘Cuna de lobos’, ¿los detractores conseguirán otro argumento para descalificarla que no sea el comparativo con un producto de hace 30  años? 

¿Lograrán entender los cambios sociales, económicos y culturales que han sucedido en México a lo largo de tres décadas?

¿Seguirán quejándose, por ejemplo, de que Catalina Creel (Paz Vega) tenga sexualidad (¡¡esa es la queja!!) y de que un triángulo amoroso esté formado por un hombre que es pareja de una mujer y de otro hombre?  

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