Deliciosos sabores extravagantes sin culpa

Dulce placer sin azúcar, en La Banquetera de Morelos

Luis heredó de su abuela el oficio de hacer helados, pero él lo revolucionó

(Foto: Moisés Sánchez)

Morelos 06/04/2018 13:40 Moisés Sánchez Actualizada 13:40
 

Avasallar el calor con helado también puede ser sano. Para hacerlo, en el centro de Cuernavaca hay miles de opciones, pero la mayoría vende sus productos repletos de azúcar, lo cual no quiere decir que sea malo, pero en la “Heladería mil 800” ofrecen algo sano, hecho a mano y sin endulzantes.

Cuando las calles arden, el calor es sofocante y el sudor recorre el cuello de las personas, dentro de la heladería y en su patio las cosas son distintas entre los refrigeradores con los botes de nieve artesanal.

Hace cuatro años, la heladería era común, pero un pequeño de cinco años llegó al negocio junto con su padre y pidió algo sin azúcar, porque su enfermedad no le permitía consumirla. En la heladería sólo pudieron ofrecerle agua.

“Es algo muy triste, desde mi punto de vista, que niños no puedan disfrutar de un helado. De ahí nació la idea de hacer un helado sano. Nunca regresó ese niño, esperamos que esté bien, pero él nos inspiró”, confiesa Luis Alberto Lugo, dueño del negocio.

Helados de aguacate, de lúcuma de Perú, chicha morada, café, nutela con habanero, té de hierbas sembradas en un mini huerto, chamoyadas, aguas y próximamente reposterías alemanas, son alguno de los productos que Luis vende todos los días, productos en los que usa stevia o miel de agave.

Aunque todas las nieves se venden igual, la recomendación de Luis es la de piña con nopal y con carbón activado; sí, aunque suene raro.

Las ideas de sus sabores extravagantes vienen de recomendaciones de los clientes o de las visitas de Luis a otros estados o países. Además, una tradición heladera lo respalda, su abuela comenzó en el negocio de quitar el calor desde 1950.

(Fotos: Moisés Sánchez)

“Es algo bonito, la gente te sonríe o me dice que la regresa a su niñez. Me gusta que la gente se sienta feliz al comer un buen helado. Yo lo doy muy barato. Vienen desde los chicos que venden pulseras, hasta gente bien”, dice Luis.

 ¿Dónde?

Calle Comonfort número 2, en la colonia Centro de Cuernavaca.

Google News - Elgrafico

Comentarios