Guacamayas; la torta exótica en La Banquetera de Morelos

La idea es ofrecer algo culinariamente distinto. La comida rápida común, como tortas de jamón, milanesa o los tacos, no le interesa. Con una pasión y entusiasmo que son visibles sin que su rostro haga expresión alguna, Eduardo Rocha prepara un platillo extraño, pero delicioso: en un bolillo combina chicharrón y una salsa de cuatro chiles que parece pico de gallo, a lo cual llama Guacamaya.

“Tortas Guacamayas” es el nombre del negocio que nació hace aproximadamente cinco meses. 

Anteriormente, Eduardo trabajaba para empresas trasnacionales. Pasó por logística, servicio, ventas, mercadotecnia, distribución y casi todas las áreas que tiene una empresa, pero a los 45 años decidió compartir su amor por las guacamayas con los morelenses.

El sabor de esa torta, proveniente de León, Guanajuato, no puede ser descrita con palabras. Tiene que ser degustada para saber de qué se trata.

“Realmente el secreto está en la salsa, cada quien le pone su toque. Yo, desde hace mucho tiempo me he dedicado a perfeccionar la salsa. De pequeño iba mucho a León, pero llegó un punto que no era sencillo ir, siempre me quedé con las ganas de hacer una salsa que supiera a Guanajuato. El perfeccionamiento fue derivado de la añoranza”, confiesa Eduardo.

Nadie las hace en Cuernavaca. No es una torta muy conocida, aun cuando su creación se remonta a los años 50.

“Yo le diría a la gente que sean aventurados en el tema de probar nuevas cosas, es un alimento fresco, distinto a lo que convencionalmente se conoce”, dice Eduardo, con las manos ocupadas con un bolillo.

El crujido del chicharrón al ponerle salsa es casi tan envolvente como su sabor. Si las Olimpiadas de Guacamayas existieran, las de Eduardo seguro estarían hasta arriba en el podio. Eduardo asegura que preparar Guacamayas de lunes a sábado, de las 09:00 al as 16:00 horas, es un placer.

Además de la Guacamaya, Eduardo también prepara Tecolotas, tortas de chilaquil en salsa de chipotle, y espera que el negocio siga creciendo para introducir el caldo de oso: pepino, jícama, vinagre de piña, queso, cebolla, limón, sal y chile de árbol; otra combinación extraña, pero, asegura, también deliciosa.

¿Dónde?

Avenida Morelos sur número 127, local J, en Plaza Zuri.