El monstruo pegó un anuncio en la Central de Abastos, solicitando empleada doméstica. Era una estrategia para “jalar” y violar a las muchachas que le gustaran
Esta confesión me recordó, poderosamente, la de 'Goyo Cárdenas'. Al escucharla pensé que lo que yo estaba sintiendo era lo mismo que había sentido la gente de 1942