Miguel Herrera, violación reiterada de los protocolos sanitarios

Gerardo Velázquez de León

OPINIÓN 08/07/2020 23:51 Gerardo Velázquez de León Actualizada 23:51

En lo que se ponen de acuerdo con los clubes para cerrar el calendario para el inicio del Apertura 2020 (o Guardianes), en la Liga MX deben estar conscientes que se les han acumulado varios pendientes que tienen que ver con la operación de los partidos en la nueva normalidad. Temas que ponen en riesgo, incluso, el arranque de la competencia.

Se entiende que dentro de la vida a partir de la pandemia, hablar de que no existen riesgos será imposible en cualquier actividad. Por eso, es que hay  protocolos a seguir, para disminuir el peligro de contagio. Y es en la aplicación de éstos, uno de los grandes pendientes.
 
Las imágenes de directores técnicos sin cubrebocas, o con la mascarilla mal colocada, deben ser una fuerte llamada de atención para las autoridades de la Liga.

En el protocolo para llevar a cabo la Copa por México se estableció que los entrenadores y jugadores que no estén en la cancha, deben portar el cubrebocas en todo momento y no ha sido así. Hasta el cansancio se ha dicho, publicado en medios impresos, y dicho en la radio y televisión que en la Fase 4, la de los partidos, el punto 45 establece que quienes estén en la banca deben utilizar cubrebocas. 

Miguel Herrera no lo entendió en el primer partido. Podría decirse que no sabía el protocolo, algo que sería insensato, pero que puede suceder. Pero ya salir al segundo duelo -el martes por la noche contra Pumas- sin la protección, es lanzar un reto a la Liga, a la autoridades de la Secretaría de Salud y demostrarle al país que él se maneja como se le pega la gana.

¿No hay nadie que le ponga un alto en el club? ¿Es la imagen que desean entregar a los aficionados? No solamente ha dirigido sin usar la mascarilla, sino que además irrespetó el distanciamiento social poniéndose a los gritos con un miembro del cuerpo técnico de los Pumas. Una imagen que no debería existir en tiempos de Covid-19. 

Y aunque es cierto que a  los que están en el campo ya se les realizó pruebas constantes para garantizar que no hay positivos, no es justificación. El hecho es que está establecido en un protocolo, que por lo visto, si se rompe no pasa maldita la cosa. Algo similar pasó con el Manual de Estadio Seguro, se realizó,  pero no hubo sanciones. Si no hay castigos, tarde o temprano habrá relajamiento, y contagios. No puede sancionarlo porque es un torneo amistoso, pero el problema de salud no distingue entre un partido intrascendente o uno oficial, por eso es urgente que tomen cartas en el asunto. Es necesario, que la Liga imponga su autoridad, en un tema tan delicado.

Más pendientes. ¿Qué hacer con los aficionados que se presenten a las inmediaciones de los estadios? Si bien no es algo que controle la Liga, deben buscar concientizar a quienes consumen su producto.

Finalmente, si el futbol será un producto meramente de televisión, que  hagan que los clubes ofrezcan, como se debe, los elementos para las conferencias, lo que ahora no es obligatorio, pero que lo será cuanto inicie el Guardianes y por ahora, en el estadio de CU, o no tienen la tecnología o la intención para hacer bien su trabajo, como si lo han hecho la Chivas en el Akron.

Pendientes urgentes, algunos como el respeto al protocolo que deben tener en consideración para evitar que no solamente la falta de acuerdos en el calendario pudiera poner en riesgo el inicio del torneo.

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