Mi experiencia con un hombre muy cachondo

Mi experiencia con un hombre muy cachondo

(Foto: Archivo, El Gráfico)

Sexo 10/09/2020 12:30 Lulú Petite Actualizada 12:31
 

Querido diario: Un tipo cachondo es mi cliente. Caminó hacia mí para comerme a besos, jaló mi vestido para liberar mis senos y se llevó mi pezón a su boca apretando con fuerza la carne en mis tetas. Yo puse mis manos en su pecho mientras él paseaba las suyas por mi abdomen, mis nalgas, mi espalda, sin dejar de comerse mis pezones.

Le ayudé a quitarse la playera y me puse en cuclillas, mientras él se bajaba el zipper del pantalón. Un enorme pene salió de su bóxer.

Muy erecto, con el sexo afeitado, la cabecita redonda y circuncidada. Jalé un poco, besé el tallo mientras tomaba un condón y abría el paquetito con mis manos. Se lo puse y comencé a chupársela, él tomó mi cabello en una cola de caballo y comenzó a gemir viendo su erección desaparecer en mis labios.

Entre gemidos me decía que le encantaba cómo se la chupaba, que no parara; las piernas, sin embargo, se me cansaban, así que me puse de pie para llevarlo a la cama y seguir mamándosela allí, pero él estaba tan caliente y tan urgido que no quiso caminar el metro y medio que nos separaba de la cama.

Me dio un beso, puso su mano bajo mi muslo derecho y me levantó la pierna lo más que pudo, me recargó contra la pared y, entonces, sin más me penetró de una estocada. Yo estaba tan caliente que resbaló como cuchillo caliente en mantequilla. A los pocos segundos, puso su mano bajo mi otro muslo y levantó la otra pierna.

Y así me cogió, volando y alcancé el orgasmo, con un miembro enorme metido en mí, una boca devorando mis senos y, sobre todo, flotando.

Hasta el martes, Lulú Petite

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