La dureza de su miembro

Lulú Petite sexo sexualidad

(Foto: Archivo, El Gráfico)

ZONA G 08/08/2019 06:57 Lulú Petite Actualizada 12:57
 

Querido diario: Estaba allí tendida en la cama. Aún vestida, mirándolo con lujuria, abría un poco los muslos para que él viera mi lencería e imaginara mi sexo, rosado, candente, listo para recibirlo. Pensaba, también, si es buena idea hacerlo con un hombre tan mayor. No sé, como que con caballeros de cierta edad me pongo nerviosa. No es mala onda, pero a veces, cuando son muchas las canas y las arrugas, siento que sería prudente pedir un certificado del cardiólogo o, cuando menos, que firmen una carta de exención de responsabilidad. Después de todo, coger no deja de ser un ejercicio de alto impacto. Por eso con clientes mayores, tomo precauciones. 

Abrí un poco más mis piernas mirándolo seductoramente y él se movió para desnudarse. Lo hizo despacio, poniendo cada prenda bien acomodada en el tocador. Luego se inclinó sobre la cama y me besó suave y sensualmente. Toqué el bulto y sentí su erección.

Dejé que me desnudara lentamente mientras besaba mi cuerpo. Miró excitado mi diminuta lencería, y se arrodilló frente a la cama para comenzar a besar mis muslos en dirección hacia allí. Pronto sentí su lengua en mi sexo, y mientras me besaba habilidosamente, su lengua y su blanco bigote se turnaban para enloquecer a mi clítoris.

Luego de un rato de placer, me abrió más las piernas y se abalanzó sobre mí, introduciendo su miembro en mi sexo empapado. Lo sentí entrar y mis paredes se contrajeron a su alrededor, mientras él lo movía despacio, hacia adentro y hacia fuera. Más con sabiduría que con fuerza. Estaba sorprendida con lo firme que estaba su miembro y lo bien que se sentía.

La dureza de su miembro me hizo querer chupárselo desesperadamente. Así que lo aparté suavemente haciendo que se recostara en la cama, y me arrodillé entre sus piernas para comérmelo.

Me excité aún más, y me monté sobre su miembro erecto. Comencé a subir y bajar mientras acariciaba mis senos disfrutando al máximo del placer que sentía. 

¿Quién diría que aquél encuentro iba a ser tan excitante? Muy pronto comencé a sentir el fuego que se encendía en mi sexo. No pudimos contenernos más. Llegué por segunda vez al clímax con los ojos cerrados, mientras sentía dentro de mí cómo el condón se llenaba con su semen.

Hasta el martes, Lulú Petite

 

Google News - Elgrafico

Comentarios