Hice el "delicioso" con un hombre bien dotado

Querido diario: Tengo en mis manitas tu enorme y venoso miembro. Te masturbo desnuda y restriego mi cuerpo contra el tuyo, repartiendo besitos suaves por tu piel. Me gusta tu aroma.

Te estremeces cuando beso tu pezón. Sigo masturbándote, pero alargo mis dedos un poco para jugar con tus bolas. Les hago caricias con mis uñas y te estremeces de nuevo. Te masturbo con más potencia cuando mi rostro llega a tu ombligo. Qué enorme se ve tu sexo desde tan cerquita, sé que no cabe en mi boca, sé que entre mis muslos hace estragos. Todo eso me voy a dar.

Lamo el tallo, mientras acomodo el condón en la puntita, lo desenrollo suavemente a lo largo de la lanza que ha de atravesarme. Qué suave es la piel de tu miembro, qué carreteras tan apetecibles forman tus venas. Te la chupo, hasta donde puedo, hasta que la invasión en mi garganta humedece mis ojos. Ensalivo bien, para que resbale.

Me pongo en cuclillas, apuntando tu enorme masculinidad entre mis piernas. Me siento en ella clavándome poco a poco. Siento cómo se abren las paredes de mi sexo y vas entrando en mí. Me estoy empalando. Me muevo. Siento un placer enorme.

Cambiamos de posición, me la metes de perrito, luego boca abajo. Te siento atravesarme. Me coges un rato de cucharita y luego pones mis pies en tu pecho y, mientras los besas y los lames, me la sigues metiendo con un movimiento delicioso, siento un disparo de un chorro de leche que explota dentro.

Te tumbas a mi lado. Te quito el condón, te limpio. Sigue tu miembro parado, enorme. Acaricio tus bolas, hasta que el gigante regresa a su tamaño normal, dormido en el dorso de mi mano.

Te invito a seguirme en Twitter: @Lulu__Petite (con doble guion bajo) Hasta el martes, Lulú Petite