Así fue la convivencia del legendario Negro Casas con sus fans, ¡búscate en la foto!

Dicharachero y juguetón, así es el luchador Negro Casas arriba y abajo del ring. Sobre el enlonado se da tiempo también para portarse mal, pero abajo es un caballero impecable, amable con los suyos, sereno con los que lo idolatran y sonriente como pocos. Un ídolo de carne y hueso.

Este jueves, un selecto grupo de lectores de EL GRÁFICO lo conoció así, de cerca, sin barreras, abierto para compartir con ellos todo. Sus viajes, sus rivales, sus ídolos, aventuras, todo ligado al mundo que el destino le ofreció desde muy pequeño y que él aceptó.

“Supe que quería ser luchador desde los siete años, cuando acompañaba a mi papá a las funciones. Me mandaba mi mamá con él”, recordó con una sonrisa de complicidad a la chica que se lo preguntó, quien un poco más tarde, se animó a ‘robarle’ un beso en la mejilla.

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El Negro Casa se dejó querer completito. En pareja o en solitario, incluso un pequeño acompañado por su madre, así de diversa fue la convocatoria del famoso 4:40, quien se dio tiempo hasta para regalar unos pasos de baile.

Y es que Casas se mueve por la vida con un sabor incomparable. Es cierto, donde más pasión le pone es sobre el ring, ahí presume una ruta poblada de recuerdos, hazañas y derrotas cosechadas a lo largo de cuatro décadas.

“Subir al ring te da vida. Cuando a los luchadores les preguntan cuándo se van a retirar, es como querer saber cuándo se van a morir”, advirtió a otro invitado. Una plática ligera, así fue la convivencia del incomparable Negro Casas con los lectores de EL GRÁFICO.

EL DATO

40 años en la lucha libre. Le fueron reconocidos por el CMLL en el año 2018.

(Fotos: Rosalío Huizar, El Gráfico)