Los malditos 18 días antes de la final

Gerardo Velázquez de León

OPINIÓN 09/12/2019 00:26 Gerardo Velázquez de León Actualizada 00:26

Una reverenda estupidez el parón por 18 días. Serán dos semanas y media de picarse los ojos, de ver como el equipo de Rayados de Monterrey participa en el intrascendente, anti climático y aburrido Mundial de Clubes, cuando en la Liga MX se ha vivido la mejor Liguilla en mucho tiempo.

El equipo de Antonio Mohamed, que tiene heridas graves por perder dos finales muy recientes: la del Clausura 2016, contra Pachuca, sobre el final del partido en el estadio BBVA, y la más dolorosa de la la historia, la del Apertura 2017 contra los Tigres, en su casa, ante su gente. Es decir, un equipo que ha invertido más de 500 millones de dólares (según datos de Transkfermarkt) desde que consiguió su más reciente campeonato de Liga, hace nueve años contra Santos, no está enfocado en participar en el Mundialito, que a nadie le importa, sino a ganar la competencia por la cual FEMSA invierte muchísimo dinero.

28 mil  kilómetros estarán viajando en estos 18 días, desde que salieron del estadio Victoria de Aguascalientes, hasta Monterrey, lugar donde se jugará el partido de ida el próximo 26 de diciembre. Una barbaridad de kilómetros, una barbaridad de partidos si es que avanzan hasta la ronda final del incongruente e incómodo Mundial de Clubes. Es decir, no perderán el ritmo futbolístico, eso está claro, pero el agotamiento puede ser un factor para ceder ventajas al rival.

Y hablando del rival, América pierde ritmo futbolístico pero gana en recuperación. Las dos remontadas en cuartos de final y semifinales fueron agotadoras, extremas para el físico de los futbolistas, pero tal vez es demasiado tiempo de espera para encontrarse con su rival de la final hasta finales de mes, en el estadio BBVA, el mejor de México por cierto. Ellos vivieron un escenario similar pero al revés, llegaron a la final del Apertura 2016 y tuvieron que jugar el terrible Mundial de Clubes, perdieron contra el Real Madrid y regresaron para jugar contra los Tigres la final, que a la postre fueron los campeones al derrotarlos en penales en el Cuscatlán del Norte, que es el estadio Universitario de Nuevo León.

Es una verdadera estupidez que sea así el Mundial de Clubes, qué bueno que la FIFA se dio cuenta y ha cambiado el formato, porque lo único que hacen es obligar a equipos que no se atreven a renunciar al torneo por el pavor a ser desafiliados, de meterse contra el todo poderoso organismo, porque ningún grupo deportivo dentro de sus cabales aceptaría de buena fe participar en dicho torneo, que no sirve para maldita la cosa y que solamente lo convierte en una obligación que a nadie gusta.

Se gane o se pierda en el Mundialito, se le pueda ganar al Liverpool o a Flamengo, el Monterrey lo tiene que tener claro, le han invertido muchos millones de dólares para ganar aquí, no en Qatar.

Comentarios