Los límites del humor

Lupita Martínez

OPINIÓN 24/06/2020 09:53 Lupita Martínez Actualizada 16:53

LOS LÍMITES DEL HUMOR. En estos tiempos de hipersensibilidad debemos ser más cuidadosos, al menos eso creo yo, no sé usted qué opine sensible público conocedor.  Hace unos días,  HBO decidió retirar de su programación el programa de Chumel Torres, y además del tema de la censura por parte de un canal (que por cierto tiene el derecho de decidir sus contenidos), se cuestionó hasta dónde debe llegar la comedia.   Todos los comediantes pueden hacer su humor en referencia a lo que mejor les parezca, eso es cierto y pueden hacerlo, algunos resultan graciosísimos, pero ¿deben hacerlo?, cierto es que no existe ley alguna que se los prohiba, pero ¿se vale que sea a costa de una persona y sus características físicas o alguna condición física o mental?   Durante los últimos años se ha hablado hasta el cansancio y se han armando campañas en todo el país para prevenir y erradicar el acoso que destruye, aniquila y lastima a las personas, entonces ¿hasta qué punto o en qué categoría especial se encuentran los comediantes que hacen de la burla a los demás su ‘modus vivendi’?    Lo cierto es que como menciono renglones arriba, no hay una ley que lo impida, es un asunto de conciencia; sin embargo es el público, como usted, el que en el mejor de los casos alza la mano a favor de la causa justa.  Recordemos el desafortunado caso de ‘Platanito’ (muy talentoso, por cierto) cuando se atrevió a hacer un chiste en referencia a la tragedia de la guardería ABC, o cuando en el 85  el comediante ‘Tacho López Cuarzo’ en el noticiero del Jacobo Zabludovsky hizo alusión al terremoto, efectivamente se puede hacer, pero el público castiga o por lo menos condena.  

  Sin duda alguna todos cometemos errores, a todos nos sucede que nos equivocamos en la forma la mayoría de las veces y en casos más graves en el fondo, lo que no se puede hacer es insistir en el mismo error.  Nada justifica violentar la persona de otros ni hacer mofa de una circunstancia adversa y mucho menos desde una situación privilegiada.  Erigirse como un paladín de la libertad de expresión con la bandera del escarnio y la burla es bastante deleznable, pero mucho.   La libertad, como seguramente usted lo sabe público sabio y conocedor, se educa e implica un mínimo de responsabilidad… pero eso entre los pueblos civilizados, los demás disfrutan lanzando cristianos a los leones.

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