Por primera vez en cinco meses del nuevo gobierno, miles de personas se concentraron en el Ángel de la Independencia y marcharon por Paseo de la Reforma la mañana de ayer, para protestar contra el presidente López Obrador. También hubo tímidas concentraciones en distintos estados del país.

Según los reportes de los organizadores fueron 15 mil inconformes, mientras que los ojos oficiales alcanzaron a contar hasta seis mil. Nada que pueda preocupar al gobierno federal, en principio...

El tono ‘chic’ de la marcha y el blanco como código de vestimenta, no debe desvirtuar sus demandas. La derecha en México estuvo cinco meses muda, hoy luce caprichosa, desdibujada y con una propuesta que se hizo vieja en este joven siglo; 12 años de panismo están ahí para el análisis y la evaluación de sus resultados. 

Aunque “con el puño en alto y en silencio” con todo y “radicales” que asistieron vestidos de negro desafiando así a los rayos de sol porque “el país está de luto”, no existen voces que alcancen el tono del liderazgo oficialista. No es que falten causas, es que en muchos casos no hay “autoridad moral” para enfrentar el estilo “choco” de hacer política. Y es que los tabasqueños son así, radicales y estridentes. 

La marcha fue convocada por redes sociales, donde sendos grupos ideológicos se disputan el control del discurso desde hace años. Entre los palmarés de los “chairos” está el haber arrebatado la narrativa a los chicos de Alejandra Lagunes en el sexenio de Enrique Peña Nieto. Hoy, la realidad ha hecho que los decepcionados de la cuarta transformación se sumen a las voces disidentes derechistas. Aunque no es posible cuantificar el nivel de la caída en la aceptación popular del inquilino de Palacio Nacional, el boquete digital nos puede dar una idea. 

Entre las consignas de la manifestación, está la petición de alto al discurso del odio en el que se ha montado el Presidente al segregar a mexicanos entre “pueblo bueno” contra “fifís”. Pero eso no construye un discurso que fomente una causa en este país, donde somos líderes en bullying. Tenemos un Presidente bully. El error que comete este gobierno es desestimar a quien disiente, porque el balbuceo de ayer será el grito de mañana.

Radar de lo absurdo. El viernes pasado cayó un árbol en las calles que forman la esquina de Amsterdam y Sonora, en la colonia Hipódromo Condesa. Muchos curiosos se acercaron para ver trabajar al Heroico Cuerpo de Bomberos sobre el inerte tronco de más de 15 metros de altura. Los curiosos del viernes fueron más que los simpatizantes que la organización México Libre pudo juntar en un evento ayer domingo en el WTC. Conclusión: Junta más gente un árbol caído, que Felipe Calderón.

Bitácora de los Ángeles del Gordo. Fueron talados 60 árboles de la calle Real de Mayorazgo a un costado de donde se construye un complejo inmobiliario tipo burbuja. Las autoridades del gobierno de la Ciudad detuvieron a los trabajadores que usaron la sierra. Pero ¿quién dio la orden de hacerlo en fin de semana?