Loca academia de dictadores

LEO AGUSTO

OPINIÓN 11/11/2019 12:20 LEO AGUSTO Actualizada 12:20

Saludos, queridos míos. Lo ocurrido este fin de semana en Bolivia le ha dado una lección a América Latina por donde quiera que se le vea, porque no sólo se trata de la caída de Evo Morales como presidente del país hermano, cuando ya iba en la misma ruta de Hugo Chávez, en Venezuela.

Evo Morales torció la Constitución a su favor para imponer su ilegal candidatura y con desenlace en el fraude electoral del pasado 20 de octubre, que incendió al pueblo que Evo despertó hace 14 años, cuando llegó al poder, fraude electoral que fue puesto al descubierto por el análisis de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se hizo público este fin de semana y dio razón al bloque opositor y a una sociedad enardecida que pedía el conteo voto por voto.

Ante la crisis que tomó nuevos niveles, la mañana de ayer domingo, el magnánimo Evo Morales ofreció convocar nuevamente a elecciones. Pero no fue suficiente, la turba tenía otros planes y fue a exigir la renuncia de varios ministros a sus propias casas, donde las antorchas fueron utilizadas como incendiarias lanzas y fueron renunciando uno a uno. El Ejército se negó a reprimir a los manifestantes como lo ordenó Evo Morales; en consecuencia, le retiraron el apoyo y lo invitaron a renunciar. El régimen era ya insostenible y los enfrentamientos, inminentes. Del lado mexicano, resulta inquietante la postura de ofrecer asilo político a 20 exfuncionarios bolivianos y también a Evo Morales si así lo decide, como trinó en redes sociales Ebrard.

Apenas unos meses atrás, tanto el presidente López Obrador como el canciller Marcelo Ebrard, se envolvían en la doctrina Estrada y el principio de no intervención en los casos de las graves violaciones a los derechos humanos en Venezuela y Nicaragua.

Ahora que la izquierda pierde una posición importante en términos geopolíticos, no importa tanto la doctrina Estrada. 

El discurso de dimisión de Evo Morales tiene mucho de verdad acerca de los logros que en 14 años consolidó un país con fortaleza económica, reducción de la pobreza y una vocación democrática a prueba de personajes como él mismo, donde las fuerzas armadas pueden ser el fiel de la balanza en situaciones de controversia electoral cuando se ponga en riesgo la vida de la población civil, aunque la pregunta es ¿quién manda en Bolivia esta noche?

La agitación social que se ha visto en Chile, el voto de castigo en Argentina, así como las protestas en Ecuador por el paquete de reformas económicas que empobrecen más a la población, deben ser signos de advertencia para la clase gobernante en México, donde la gente lejos de cada vez aguantar menos, está cada vez más harta de los abusos de experimentos populistas y neoliberales. 

Radar de los Ángeles del Gordo. La elección de la nueva presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos debe realizarse con apego a la ley en el Senado. Rosario Piedra Ibarra no es elegible por su militancia en Morena y por su cercanía con Obrador. No todo es Bolivia, chatos.

@LeoAgusto

 

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