Una víctima reciente en redes sociales es el actor Gabriel Soto. Se publicó un video íntimo que vulnera su privacidad y atenta contra la dignidad que mencioné  antes, eso además  de exponer a sus hijas, menores de edad, al escarnio público.

Los daños colaterales son mucho muy graves. Yo no conozco a Gabriel Soto, no es mi amigo, pero no tendría interés alguno en dañar su imagen y persona, aunque eso significara ganar una fortuna o cobrar una venganza.  

Y mire usted público empático y conocedor, no es que me espante lo que se pueda ver, lo que asusta hasta el terror es que existan quienes carezcan de la más mínima capacidad de entender los sentimientos de los demás.  

Porque podemos hablar, como de otros, de su trabajo actoral, de la calidad de sus proyectos o del manejo acertado o no de su imagen, pero sin lastimar. Creo que es un asunto de principios.  

Porque mire, se exponen otros casos como el de Eleazar Gómez o Pablo Lyle que son del interés público y no solo por tratarse de personas famosas, sino porque son el  reflejo de  conductas iracundas y viscerales que se han extendido en las sociedades en general y no se deben tolerar.  Sin emitir juicios, deben ser informadas.  

Lo de Gabriel Soto es distinto, se convierte en un atentado contra su persona porque lo que el haga con su cuerpo no es un delito ni afecta a nadie. 

PREGUNTAS DE LA SEMANA 

Después de la cena navideña convocada por el señor Salinas Pliego con algunos de sus trabajadores y que fue publicada como provocación, ¿considera usted que es un muy mal ejemplo para la sociedad o le parece que siendo todos los asistentes adultos son irresponsablemente libres de exponer su salud y la de quienes convivan con ellos? 

Y con respecto a la pregunta anterior, ¿cree usted que la credibilidad de los conductores de AztecaUNO se vio afectada o eventualmente el escándalo pasará y todo volverá a la normalidad? 

¿Y no será igual de grave que en otros canales los programas en vivo, como los matutinos, no solo no guarden sana distancia, sino que además se dan vuelo llenando sus espacios de conductores invitados, olvidando los exigentes protocolos del inicio de la pandemia?