México se ubicó en el quinto lugar mundial por el número de fallecimientos y la semana pasada dejó abajo a España y Francia, lo cual marca la mayor velocidad de contagios y pérdida de vidas.  

Las zancadas del coronavirus ocurren cuando ha transcurrido más de un mes de la nueva normalidad, momento en el que el vocero de la tragedia, Hugo López Gatell, modifica los criterios de análisis del problema y considera que se multipliquen por tres el número de fallecidos para aproximarse a la verdadera dimensión de este desastre sanitario.

El presidente Andrés Manuel López Obrador defiende la estrategia, aunque el país esté en quinto lugar mundial con más de 30 mil decesos, muchos más que los de China, el país más poblado y que tuvo menos tiempo que México para reaccionar al coronavirus.  

Fue López Obrador el presidente que sugería la posibilidad de que el 10 de mayo la gente celebrara la fiesta de ese día en casa, ya vencida la enfermedad, la cual después en falso dio por domada.

La tendencia, prevista fuera de México, en la Universidad del Washington previene de un saldo de 88 mil muertes, al 1 de octubre próximo.    

Dicho eso, faltarían más de 50 mil fallecimientos y ocurrirían en menos de 100 días... 

CORTAVIDRIOS

El priista Manlio Fabio Beltrones Rivera habló de la polarización política de nuestros días, de la importancia del equilibrio de poderes como preventivo de excesos de poder, de la tentación autoritaria que corre el gobierno por su fortaleza. La acción debe darse en las urnas, no de manera golpista, dice, como se proponen en la derecha con disfraces de sociedad civil, y rechaza de manera rotunda el golpismo. 

Don Manlio Fabio manifiesta a sus correligionarios que "la lucha no es, no puede estar concentrada en contra de los partidos políticos o de un partido político y menos en contra del Presidente, sino fijar posiciones distintas y argumentarlas buen, porque eso es lo único que nos va a hacer reencontrarnos con la gente, con los ciudadanos".  

Asevera que "la reflexión y, sobre todo, la autocrítica a los errores cometidos, así como recapacitar y reconsiderar (los yerros) nos puede evitar caer en esa polarización de neoliberales y conservadores, lo que dista mucho de ser la profundidad del debate que todos queremos"...

SOLDADURA

El presidente Andrés Manuel López Obrador, quien no quiso salir al extranjero, esta semana visitará a Donald Trump en la Casa Blanca, con motivo de la puesta en marcha del T-MEC, e incluye el propósito de "agradecer", ha dicho, el apoyo recibido por México de ventiladores para atender enfermos de Covid-19 y de otros materiales sanitarios. También acude, por el respaldo en los acuerdos de la OPEP de reducción de cuotas de ventas petroleras, en las que los estadounidenses absorbieron una porción de la disminución mexicana.

Recibe el presidente del país más poderoso de la Tierra al jefe del Ejecutivo federal que ha llegado al poder con mayor respaldo en las urnas, pero repelente a los acuerdos políticos internos, y aun en el supuesto de que llevara el respaldo unánime de los otros partícipes del Estado, la fuerza del anfitrión define la debilidad del vecino. 

En noviembre próximo Estados Unidos elige presidente y Trump juega por la reelección, y con esta visita a Washington, Andrés Manuel López Obrador se instala en sitio de alto peligro de fuego cruzado en la campaña electoral estadounidense. En Palacio Nacional ha dicho que política es correr riesgos.  

Como socio político de Trump, el mexicano ha manejado una política de contención de migrantes de Centroamérica, con la participación de la Guardia Nacional en la franja de la frontera sur, lo cual ha sido señalado como el Muro estadounidense, pagado en pesos mexicanos. 

El primer viaje al extranjero, a Estados Unidos, tiene lugar en el peor de los momentos políticos para un presidente de México, sin el respaldo de mexicanos que sufren el racismo de Trump y su base social, con las críticas de la oposición que representa buena parte del electorado que en la república tiene elecciones intermedias.

Como se ve, con esta visita oficial la cuarta transformación está en la sartén...

PEDACERÍA DE VIDRIOS

La falta de coordinación de los niveles federal y estatal, en la pandemia la cual determina emergencias de tipo sanitario y económico, es el antecedente de una reunión de doce gobernadores en apuros para dar atención a los enfermos en sus estados y respuestas a los desempleados de los sectores formal e informal.

Esta es una voz que urge acuerdos, en primera instancia, pero también muestra que hay malestar político que sólo se expresa en mandatarios del PAN, PRI y PRD, y dos más, uno de MC y otro independiente.

Quienes tienen el poder Ejecutivo estatal llegados al poder por Morena, si tienen necesidades de recursos para atacar las urgencias médicas y de empleo, por las embestidas del coronavirus, desde luego no forman parte de estos llamados a un nuevo pacto fiscal.

Unidos por la preocupación de cómo responder a la emergencia múltiple están los gobernadores de Tamaulipas, Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Guanajuato y Querétaro (PAN), Coahuila, Colima y San Luis Potosí (PRI), Jalisco (MC), Michoacán (PRD) y Nuevo León  (Independiente).

Pese a que el mal que azota a todo el país los ha llevado a los primeros lugares de contagios y fallecimientos, los seis gobiernos de Morena resisten en el silencio: Ciudad de México, Puebla, Tabasco, Veracruz, Chiapas y Baja California, así como Morelos que tiene la etiqueta del PES.

Los malestares en las áreas de poder, se acumulan como en olla de presión...

VENTANAL

Para Morena Ir a las urnas en 2021, sin el presidente Andrés Manuel López Obrador en la boleta electoral ni el la dirigencia del partido, supone una tarea difícil, según los coordinadores de la mayoría en la Cámara de Diputados, Mario Delgado Carrillo, y en el Senado, Ricardo Monreal.

Una de las lecturas de esas afirmaciones, expresadas en una conexión virtual morenista, sugiere elogios a López Obrador, quien, se ha señalado, favoreció que en 2018 los electores votaran de manera uniforme por Presidente, gobernador, senador, diputado federal alcalde.

Esta vez, con el poder del Ejecutivo federal, los programas de gobierno, en particular la política de apoyos asistenciales a los grupos más vulnerables y los llamados superdegados, Morena, sin embargo, es una fuerza más difícil de vencer por los adversarios. 

La división interna, las pugnas de tribus, son las piedras con las que puede tropezar el partido en el poder...