Algo de profético tiene el Diccionario de Uso del Español escrito por María Moliner, ya que en él está registrada una palabra que define de manera muy precisa a la autodenominada Cuarta Transformación: Gansada.

Si analizamos el discurso de López Obrador desde que asumió la Presidencia, especialmente en las operetas mañaneras, la frase “me canso ganso” fue de las más recurrentes al inicio del gobierno. Cabe anotar aquí que las denostaciones a “conservadores” y “fifís” disminuyeron notablemente en el discurso presidencial, tras el amago estadounidense de los aranceles a las importaciones mexicanas. 

El ganso se cansó muy pronto, la expresión se agotó con tanto choteo y también frente a los resultados lamentables en todos los indicadores disponibles. Pero el “bite” tuvo tanto impacto como en su momento el rap “U can’t touch this”, de MC Hammer, o el one hit wonder “Yo no fui”, de Bart Simpson. A ver qué hacen ahora, porque dicen que Belinda está preparando el baile del sapito arrepentido. 

Volviendo a la gansada, palabreja de poco uso en México, pero común en países como Argentina y Uruguay, las ocurrencias presidenciales han sido el pan de cada día, la lista sería extensa, pero suficiente con ver las gansadas más recientes, como la intención de desaparecer al Instituto Nacional Electoral. ¿Quién va a contar los votos entonces? ¿Manuel Bartlett, cuando no puede mantener a flote el sistema eléctrico nacional, que recibió funcionando al cien en diciembre pasado? Ahí está el problema que se avecina en la Península de Yucatán, donde los apagones, aunque programados, podrían mancillar la economía de la región, donde también está el turismo. Y todo por no prevenir el suministro para las temporada de calor. Ay, Manuel; ay, Manuel, ya estamos pagando estas “cosas sin sentido o seriedad que se hacen o que se dicen” y eso, cuando viene de un gobierno electo con un claro mandato popular, sí cansa, gansos. 

Periscopio

La votación a mano alzada arengada por López Obrador y que determinó la cancelación del Metrobús en la Laguna (Torreón, Coahuila, Lerdo y Gómez Palacio, Durango) es un gesto que la sociedad mexicana no puede validar. Estamos hablando del bien común, sistemas como el Metrobús han abonado mucho a la movilidad de las ciudades en México. Pero se opusieron los caciques camioneros y se impuso el populismo. Aquí hay tierra fértil para esos amparos que frenan aeropuertos para aviones que se repelen en el aire. Porque no se puede ejercer el poder con métodos que simulan ser democráticos con audiencias a modo, ¿sí o no, raza? 

Bitácora de los Ángeles del Gordo

Cada vez son más las voces que se dicen decepcionadas del gobierno de López Obrador. 

No hay que llamar al linchamiento de quienes ejercieron libremente su derecho al voto, mucho menos responsabilizarlos por dejarse llevar por el canto de las promesas de campaña. Bien por la actriz y cantante Susana Zabaleta que manifestó públicamente su desencanto con AMLO.