#LadyCerveza le hace un bien al futbol mexicano

Gerardo Velázquez de León

OPINIÓN 23/01/2020 00:00 Gerardo Velázquez de León Actualizada 12:01

Señalar y capturar a los violentos, personajes cancerígenos en los estadios, debería ser labor de las policías, ya sean municipales, estatales o federales. Pero no es así, una displicencia espeluznante es la que se vive en los estadios de futbol de México. Por eso, lo hecho por parte de un aficionado de grabar  a una mujer aventando un vaso de cerveza, creyendo que era algo chistoso, y que incluso se ofende e insulta a quien le reclama, no es más que una acción que evidencia la incapacidad de los cuerpos de seguridad.

La reacción por parte de las Chivas es muy buena, incluso es inmediata y contundente. Vetar a esta pseudo-aficionada para que no vuelva a entrar a su estadio. No hubo necesidad de utilizar el reconocimiento facial, ni las cámaras del estadio, la evidencia en redes sociales fue contundente, incluso con nombre y apellido de la agresora.

#LadyCerveza debe ser el parteaguas en el futbol mexicano, señalar a los violentos, si no pueden las corruptas autoridades, entonces los aficionados que usen sus cámaras del celular, que ayuden y suban esos contenidos a redes sociales, como sucedió con la susodicha. Aventar cerveza en el estadio es una práctica común, pero no por eso está exento de ser un acto de violencia, permitido siempre por la seguridad privada y pública que cuidan los estadios. Policías y guardias a los que les valen tres reverendas berenjenas si alguien se siente violentado; en fin, siempre pasa.

Es como la corrupción en México, un acto común, pero no quiere decir que si se hace esté bien. En el pasado torneo de Copa MX transmitiendo en vivo para la televisión, al término del América vs. Xolos desde la explanada del estadio Azteca fui atacado; a un gracioso estilo #LadyCerveza se le hizo fácil lanzarme un vaso lleno de “cerveza” a la cara. Entre la frustración, enfado y tener que seguir en vivo mi transmisión, continué. En el espacio del anuncio comercial aproveché para denunciar al agresor ante las autoridades ahí presentes y la respuesta que recibí fue contundentemente corrupta, “así es siempre, de qué se queja”.

Pues sí debemos quejarnos y si las autoridades no pueden, que sean los aficionados quienes señalen a los agresores, que los equipos los veten y que los estadios estén libres de escorias que utilizan el futbol para sanar sus traumas, sus complejos.

Lo mismo sucedió en Guadalajara en el partido en el que el Atlas se hizo merecedor a un partido de veto. Quienes creen que es simpático gritar “eh puto” ya recibieron su merecido, aunque en este caso son más los decentes afectados que los incapaces mentales que no entienden lo prohibido.

Guadalajara será sede del Preolímpico de la Concacaf; es momento de que trabajen los equipos y las autoridades porque la Selección Sub-23 tendrá frente a ellos a dos rivales de mucha tradición y odio deportivo, Estados Unidos y Costa Rica, precisamente en los dos estadios que en menos de dos semanas han sido señalados por violencia. 

@gvlo2008

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