Te voy a contar una situación real que parece de telenovela. Una mujer, a quien llamaremos Paulina, acudió a su clínica del Seguro Social en el Estado de México. Al entregar sus documentos, una de las empleadas administrativas le comunicó que otra persona usó su nombre para cobrar varias incapacidades por maternidad, ¡por la cantidad de 177 mil pesos!

Es decir, como en “La Usurpadora”, alguien se hizo pasar por Paulina. Ella fue víctima de un delito que llamamos robo o usurpación de identidad, que consiste en que los delincuentes toman tus datos personales o financieros para realizar trámites, contratar préstamos, solicitar tarjetas o cobrar dinero.

Paulina decidió marcar a nuestra Línea de Seguridad del Consejo Ciudadano 55 5533-5533. Gracias a ello, uno de nuestros abogados la acompañó hasta el Ministerio Público para que pudiera hacer la denuncia. En lo que va de este año, hemos recibido 36 llamadas de personas que pasaron por algo similar.

Imagina que de pronto vas a tu tienda favorita y que te digan que tu tarjeta no pasa porque alguien se gastó todos tus ahorros. ¡Qué coraje!

Este delito se puede prevenir: el factor central es nunca compartir tu información personal con desconocidos. Si pierdes documentos como el INE, el pasaporte, la licencia de conducir, la cartilla o cualquier otros, repórtalos y realiza el trámite para recuperarlos. Nunca reveles tus contraseñas bancarias y mucho menos prestes o vendas parte de tu identidad, es lo que te define como ciudadano.