La traición de AMLO

LEO AGUSTO

OPINIÓN 23/12/2019 08:41 LEO AGUSTO Actualizada 14:41

Al igual que Virgilio Andrade con el caso de la “Casa Blanca” de ‘La Gaviota’, Irma Eréndira Sandoval exoneró en plena temporada navideña a Manuel Bartlett desde la Secretaría de la Función Pública. Bartlett fue omiso en la declaración de propiedades de su concubina que suman varios millones de pesos.

Después vino el espaldarazo presidencial, la foto donde ambos personajes se dan la mano sellando la complicidad, los acuerdos de espaldas a la nación. Y por si hiciera falta, otra postal comiendo barbacoa en Palmillas, Querétaro, donde Bartlett se encontró con el gobernador Francisco Domínguez, quien fungió como involuntario testigo de honor, en la renovación del pacto macabro entre AMLO y Bartlett.

Luego, como en los viejos tiempos del PRI, llegó la cargada del gabinete federal para respaldar la chicanada de Irma Sandoval para lavar la cara y el conflicto de interés del amigo del presidente. Aprovechando la captura simulada de Florence Cassez, orquestada hace más de una década por García Luna, acusaron un “montaje” de Carlos Loret en las investigaciones que denunciaron el enriquecimiento inexplicable de Bartlett y los suyos.

El mensaje tan contundente de impunidad encontró destinatarios al interior del país, como un hito en la cuarta refundación del PRI como partido de Estado, pero también es un mensaje a nuestros vecinos del norte que han capturado a García Luna y que seguramente confesará sus nexos con exgobernadores y exservidores públicos que fungieron como cómplices en la comisión de los delitos que se le acusan. Muchos de ellos hoy en activo en el gobierno que encabeza Morena, donde el primer intocable es Manuel Bartlett. 

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