Allá vamos a darle, después de no sé cuantos frentes fríos, por fin a la final. También a festejar la Navidad y los recalentados que no pararán hasta tener campeón del futbol mexicano. Dos conclusiones, una por equipo, para afrontar la semana de la verdad.

 

América: su grandeza y casi perfección en el estadio Azteca pesa tanto que aunque muchos ya querríamos tener un recinto más a la altura de esta gran ciudad, se sigue mereciendo el amor incondicional de los americanistas.

Sin duda el próximo domingo será una auténtica fiesta de más de 80 mil azulcremas gozando otra final más de su equipo, que podría celebrar un título muy especial en donde se sobrepuso a cualquier crisis, error, indisciplina, problema interno o lesiones para llegar fuertes a lo que podría ser su 14vo título.

 

Monterrey: más allá de ser el equipo mexicano con la mejor actuación internacional de mucho, mucho tiempo, con un 'Turco' que apenas perdió contra Liverpool y en tiempo agregado, se le ve entero, completo, fuerte y conectado.

 

Siento una vibra lista para explotar de emoción concentrada de cinco años siendo uno de los equipos que más puntos suman y mejor juegan al fútbol, que ha cocinando esto a fuego lento y que para ganar tendrá que superar uno de sus principales traumas más allá de ser un constante perdedor de finales: GANAR EN EL AZTECA. Un lugar donde nunca se ha sentido cómodo y donde su poca efectividad alarma a cualquiera. De ahí la riqueza del reto.

 

¡Bienvenidos, bienvenidos! A la semana de la verdad.