La roja

Nube de terror

Fuga de gas en Nextlalpan fue causada por huachicoleros que buscaban gasolina

El pinchazo en un ducto de Pemex provocó una fuga de gas y el desalojo de 3 mil personas

03/08/2019 09:01

NEXTLALPAN.— Por más de 10 horas, trabajadores de Pemex y personal de Protección Civil del Edomex laboraron en la reparación de una fuga de gas, provocada por una toma clandestina en el poliducto de gas localizado en este municipio, que provocó la evacuación de 3 mil personas de dos fraccionamientos. 

El gobernador Alfredo del Mazo reconoció que el siniestro fue ocasionado por el intento de “atacar un ducto pensando que había gasolina, pero era de gas”. 

El “pinchazo” al ducto provocó una serie de afectaciones, no sólo debieron abandonar sus casas desde las 04:30 de la mañana los habitantes de la colonia Santa Inés porque la nube de combustible alcanzó un kilómetro de diámetro, sino que la CFE suspendió el suministro de energía de dos pozos que alimentan de agua potable al menos a cuatro municipios del Valle de México. 

Al lugar acudió la alcaldesa Elizabeth Mendoza Pérez, quien a las 04:30 horas del viernes activó el protocolo de evacuación de los vecinos frente al fraccionamiento Paseo del Valle, aunque para entonces la emergencia provocó que muchos de los habitantes salieran de sus viviendas por temor a explotar. 

También acudió personal de Seguridad Física de Pemex para cerrar las válvulas y dispersar la nube de gas para poder realizar labores de reparación del ducto, a la par, las autoridades cerraron la salida hacia el municipio de Jaltenco, a la altura de la Caseta T-1 Tultepec del Circuito Exterior Mexiquense.

El ayuntamiento habilitó de inmediato un albergue en el gimnasio municipal en el Barrio de Miltenco para apoyar a las personas evacuadas, al que después del medio día llegaron alrededor de 600 familias. La gente platicó que el olor a gas era muy penetrante y que desde las 03:00 de la mañana elementos de seguridad comenzaron a indicar a los ciudadanos el lugar a donde podrían refugiarse mientras se realizaban los trabajos en el ducto. En el gimnasio había suministro de agua, comida, atención médica y psicológica. 

En el auditorio dieron medicamentos, mientras que el ayuntamiento les brindó alternativas para comunicarse con familiares, quienes se rehusaron a salir de sus viviendas por temor a la rapiña.

 

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