Tiró restos en excusado

Feminicida narra cómo desolló y sacó órganos a Ingrid frente a su hijo de 15, en CDMX

El adolescente, fruto de una relación anterior del agresor, estaba durante el homicidio

Feminicida narra cómo desolló y sacó órganos a Ingrid frente a su hijo de 15, en CDMX

(Foto: Especial)

La roja 11/02/2020 09:01 Yara Silva Actualizada 19:23
 

Rodolfo tiene 15 años, es autista y fue testigo del crimen que su padre cometió. Ante la mirada del menor, Erick Francisco apuñaló a Ingrid, la desolló y arrojó parte de sus órganos al drenaje.

La del sábado por la noche no era la primera pelea entre el feminicida y la víctima. En el edificio de la colonia Vallejo en donde él vivía, se sabía que el hombre de 46 años solía agredir con insultos y golpes a la mujer de 25 años.

Por eso, hace un año, ella interpuso una denuncia por violencia ante la entonces Procuraduría de la ciudad. El trámite sólo quedó en el archivo. Ingrid no continuó con el proceso legal, y decidió darle una segunda oportunidad a la relación de cinco años que tenía con su agresor.

Pero esa noche, la violencia llegó al límite. Fue el reclamo de la mujer, lo que detonó su enojo, según dijo el agresor. Y es que durante la tarde, él eligió a un grupo de desconocidos para tomar alcohol en la calle. Ahí, frente al edificio de la calle Tamagno donde vivía permaneció hasta casi las 10 de la noche.

Al terminar, regresó al departamento donde encontró el reclamo de la mujer. En el domicilio, se escucharon gritos, insultos y golpes. La agresión creció con un cuchillo de cocina. Él dice que ella agarró el cuchillo para intentar matarlo. En respuesta, Erick Francisco le arrebató el arma y lo insertó en el cuello de la mujer, le habría dicho: “Si tu no me mataste, yo sí te voy a matar”. 

El ataque no terminó ahí. Él utilizó ese cuchillo para retirar la carne del cadáver, y arrancar los órganos. Después usó herramientas para quitar el inodoro y tratar de arrojar los órganos por el tubo del drenaje. En el ducto no encontró suficiente espacio. Por eso envolvió el resto de los órganos en una bolsa de tela verde y los abandonó en calles aledañas al lugar del homicidio.

Al hombre no le importó que el menor de los tres hijos que tuvo en su primer matrimonio, fuera testigo del crimen. Él, un adolescente con autismo, se encontraba en el departamento donde la policía halló el cadáver desollado.

El asesino hizo una llamada a su expareja, con quien procreó otros dos hijos y que vive cerca del lugar de la agresión, en la que le dijo que tenía que ir a recoger al menor de sus hijos porque acababa de matar a Ingrid. La llamada dejó al descubierto el crimen.

Ayer, la hermana de Ingrid acudió al Incifo para reclamar los restos de la joven, originaria de Puebla.

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