EN LA CIUDAD DE MÉXICO

El Chango desató una carnicería humana en la Gustavo A Madero, lo mataron de forma sangrienta

El Chango desató una carnicería humana en la Gustavo A Madero hasta que 14 balas lo mataron

(Foto: El Chango, extorsionador asesinado y una de sus víctimas en la GAM)

La roja 20/04/2022 17:11 Jorge Cisneros Actualizada 17:24
 

CIUDAD DE MÉXICO.- En las zonas altas de la alcaldía Gustavo A. Madero, “El Chango” impuso una ley de plomo y sangre.

Extorsionaba taxistas, tiendas y comercios. Para quien no se sometía, tenía mensajes estremecedores. 

La noche del 26 de marzo, vecinos de la colonia Benito Juárez encontraron un cadáver en las escaleras que llevan a la zona más alta del barrio. 

Una cartulina estaba colocada junto al cuerpo, envuelto en bolsas de plástico negras, que presentaba varias heridas de bala: “Por no pagar la renta”, decía el mensaje. Firmaba “El Chango”.

Durante febrero y marzo una violencia azotó a quienes viven en el norte de la alcaldía Gustavo A. Madero, cerca del límite de este territorio con Tlalnepantla, Estado de México.

A José Felipe “J”, “El Chango”, se le relacionó con al menos cinco homicidios ocurridos en las colonias Ahuehuetes, Benito Juárez, Candelaria y Candelaria Ticomán.

El rosario de muertes comenzó la tarde del 3 de febrero, cuando un hombre conocido como “El Chimil”, fue asesinado por un joven que bajó de una motocicleta y lo acribilló cuando estaba sentado frente a una farmacia en la colonia Benito Juárez. 

Lo acompañaba una mujer que dijo ser su prima, quien no sufrió heridas y dijo no saber quién lo había atacado.

Horas más tarde se supo que “El Chimil” era el encargado de cobrar la extorsión que “El Chango” le exige a taxistas irregulares que trabajan en la zona de Cuautepec, donde hay numerosas colonias en los cerros.

Pasó un mes y la muerte del hombre de 36 años fue vengada. La noche del 12 de marzo, una llamada anónima avisó a María Teresa que el asesino de su esposo bebía cerveza en una esquina de la colonia Ahuehuetes, muy cerca del sitio en que “El Chimil” fue baleado.

Tomó una pistola, fue al sitio y en la esquina de Flamingos y Kennedy encontró a Leonardo Azael, presunto asesino de su pareja, a quien le disparó en cuatro ocasiones. Cuando trataba de escapar fue detenida y confesó que había cometido el homicidio en represalia.

Una semana después, en la colonia Candelaria Ticomán, una pareja que llegaba a una casa fue interceptada por un hombre que llevaba casco de motociclista. Tras balearlos, subió a otra moto y huyó.

Regular, como reloj, el ritmo de muertes se mantuvo. Cuatro días más tarde, un joven que se encontraba en una de las escaleras que atraviesan las laderas de la zona, fue asesinado durante la noche. 

Su cuerpo quedó tendido junto a su bicicleta, sin que las autoridades tuvieran pistas de quién le quitó la vida.

Tras unos días de relativa calma, la sangre volvió a correr en Cuautepec, ya que “El Chango” fue asesinado la tarde del martes. 

Al cruzar las calles de Tenochtitlán y Tepeu recibió una descarga de al menos 14 balas que acabó con su vida. 

Pero la situación de inseguridad no es exclusiva de esa zona. En otra área de la alcaldía, que colinda con Ecatepec, Estado de México, pero también está cerca de Tlalnepantla, el ataque a un joven que bebía dentro de su negocio en el mercado de la colonia San Felipe de Jesús da un panorama de la situación de violencia que se vive.

Registros de la Secretaría de Seguridad Ciudadana consignan que entre enero y el 28 de marzo en esa colonia ocurrieron 10 robos de vehículo, seis homicidios dolosos, tres violaciones, tres robos a repartidor, dos a transeúnte y uno a casa-habitación.

El gobierno de la Ciudad de México anunció que el cuartel de la Guardia Nacional que se construye en esa alcaldía tiene un avance de 50 por ciento; se espera que cuando entre en operación se reduzca la delincuencia en una zona popular aquejada por la violencia.

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