Se dedicaban a la construcción

Dos de los muertos en Ajusco se salvaron de ser asesinados por comando armado, en 2010

Banyinni y Donovan, quienes libraron un multihomicidio en octubre de hace 9 años, fueron dos de los cadáveres encontrados en un paraje de Tlalpan

Dos de los muertos en Ajusco se salvaron de ser asesinados por comando armado en 2010

(Foto: Archivo El Gráfico)

La roja 28/07/2019 00:09 Édgar Córdova Actualizada 00:11
 

Hace nueve años, los hermanos Banyinni y Donovan Sánchez Pérez se salvaron de ser asesinados cuando un comando armado ejecutó a su padre Clemente Sánchez Salinas en su casa de la alcaldía Tlalpan. El pasado viernes a los dos los mataron con el tiro de gracia junto a dos hombres más en un paraje del Ajusco.

La ejecución de los hermanos fue perpetrada nueve años después del multihomicidio de su familia ocurrido en octubre de 2010. Aquella masacre fue una de las impactantes de ese año, durante la gestión de Marcelo Ebrard como jefe de Gobierno, y Miguel Ángel Mancera como procurador capitalino.

En ese entonces un comando armado, integrado por más 20 hombres, ingresó a la casa, ubicada en la calle La Herradura, en la que vivían con sus padres Clemente Sánchez Salinas e Irma Pérez Elisea. A Clemente, el papá, lo rafaguearon sobre su cama. A Irma se la llevaron junto con otro de sus hijos de nombre Giovanni, y dos de sus sobrinos: Digo Ulises y Luis Antonio. Esposados, los subieron a una camioneta gris que estacionaron a unas cuadras de donde vivían y ahí los mataron a tiros.

Investigaciones señalan que ese día, Banyinni escuchó entrar al comando armado y se escondió en la azotea donde permaneció más de dos horas. La libró. Mientras que a Donovan, que en ese entonces estaba por cumplir 18 años, lo esposaron pero no se lo llevaron, pues al escuchar la metralla con que asesinaban a su madre, hermano y primos, parte de los captores que se mantenían en el domicilio huyeron a pie, pensando que eran policías los que disparaban, dejándolo con vida.

Versiones periodísticas de aquél año, señalaron que el multihomicidio fue una señal para varias familias que se dedicaban al narcomenudeo en la zona del Ajusco y que se negaban a vender droga para Édgar Valdez Villarreal, La Barbie.

El viernes pasado hasta el anfiteatro de  la alcaldía de Tlalpan llegó una mujer para reconocer los cuerpos. A los policías les extrañó que se negara a dar sus datos, pero dijo que vio imágenes de los cuatro ejecutados en el Ajusco y estaba segura que dos de los cuerpos pertenecían a su esposo y su cuñado. 

Su esposo, dijo, era Banyinni Sánchez Pérez, de 32 años con fecha de nacimiento 20 de mayo de 1986; su cuñado aseguró, se llamaba Donovan Sánchez Pérez, de 28 años y con fecha de nacimiento 06 de septiembre de 1991. La mujer aseguró que los reconocía por la vestimenta que portaban, pues salieron un día antes de su casa con esas ropas y hasta pasado el mediodía del sábado no sabían nada de ellos.

Según dijo tanto Banyinni como Donovan se dedicaban a la construcción, pero además ambos realizaban tatuajes a domicilio.

De los cuatro hombres, que fueron ejecutados con armas 9 mm y .223 de los llamados cuernos de chivos, hasta ayer también se logró identificar a Álvaro Campos Méndez, de 35 años de edad. A la víctima, la reconoció su suegro, quien aseguró que su yerno estaba desaparecido desde hace una semana y que presuntamente se dedicaba a vender dulces en la Línea 2 del Metro. 

Ayer, la Procuraduría capitalina informó que tres de los cuatro hombres localizados el pasado viernes ya estaban identificados, y que ellos estaban relacionados con la venta de droga.

Sin mencionar su relación con los hechos perpetrados en 2010, informó que a partir del trabajo de inteligencia realizado por Policía de Investigación, se encontró que dos de ellos comercializaban droga y que en 2015 fueron atacados por un grupo criminal, toda vez que en aquella ocasión se negaron a pagar derecho de piso para seguir con la actividad delictiva.

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